Hace ya cuatro años que se implantó en nuestro país el Plan Bolonia, el programa de estudios organizado por el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), cuyo principal objetivo era conseguir un sistema de educación universitaria unificado en Europa basado en los principios de calidad, movilidad, diversidad y competitividad.
Por tanto, es este año 2014 el último que recoge a estudiantes del sistema anterior, a licenciados. El Ministerio de Educación acreditará a esta última generación de la licenciatura terminando definitivamente con el sistema propio español y dando paso por completo al modelo europeo del grado.
Las características del grado universitario
Aunque al principio fuese difícil la convivencia entre los dos sistemas y hubiese muchos cabos sueltos, se ha conseguido llegar hasta hoy respetando a aquellos estudiantes que seguían en el sistema de la licenciatura y ubicando a los nuevos estudiantes de grado. Estos disfrutan de un sistema de titulaciones flexibles, comparable al de los demás países que se anexionaron al Plan Bolonia. Con ello se consigue incrementar las oportunidades laborales y la movilidad entre los países europeos.
Las características básicas que el sistema del Plan Bolonia ha implantado en los países europeos han sido:
– Dividir tres ciclos formativos: el grado, el master y el doctorado.
– Promover una mayor movilidad de los estudiantes por medio del sistema de créditos ECTS.
– Instaurar un nivel de enseñanza de calidad mediante el desarrollo de criterios y metodologías comparables.
– Permitir la movilidad de profesores, investigadores y gestores.
– Adoptar un sistema de garantía de calidad por medio de la evaluación, la certificación y la acreditación.
Otra de las ventajas que ofreció este sistema es que se abarataron los costes al establecer másteres públicos, que junto con los cuatro años de formación de carrera universitaria, equivaldría a los 5 años de licenciatura. En total, los grados cuentan con 240 créditos, salvo aquellos que como Arquitectura que cuenta con 330.
Las diferencias entre el grado y la licenciatura
Además de las características propias del grado que se contraponen a las del pasado sistema de las licenciaturas, otra diferencia es que cuando estaba en vigor este sistema, los estudiantes no eran más que un número en el aula, a la que iban para coger apuntes sin que se tuviese tanto en cuenta su actitud o su participación, aspectos que sí se valoran hoy en día con el sistema del Plan Bolonia.
El profesor cambia con el grado la forma de desarrollar su labor dentro del aula. Ya no solo consiste en llegar y exponer solamente los conocimientos, sino que es responsabilidad del profesor planificar métodos docentes que faciliten el aprendizaje del alumno.
El profesor no pierde protagonismo, pero aumenta el del estudiante, lo cual se refleja también en las llamadas tutorías académicas y que no existían como tal con el sistema anterior. Es un proceso de acompañamiento obligatorio para formar y orientar a los alumnos por parte de los docentes universitarios.
Y como olvidar la evaluación continua que tan presente se tiene en el grado y que no existía en las licenciaturas. Antiguamente, los estudiantes se jugaban prácticamente todo en el examen final, en cambio ahora mediante la evaluación continua se valor el proceso de aprendizaje del estudiante siguiendo continuamente el trabajo que realiza y los conocimientos que adquiere por medio de trabajos y exámenes parciales que se realizan a lo largo del curso.
Ana Vázquez Recio