La vida intelectual y emocional es distinta en el varón y en la mujer. Cada sexo tiene ciertas dotes naturales que se manifiestan en su afectividad, su comportamiento, su comunicación, su socialización, sus prioridades e intereses, sus diferentes reacciones a los estímulos y, sobre todo, en su forma de aprender.
Detallar estas diferencias es lo que quiero trasladar a los abuelos para ayudaros en la relación con las nietas y los nietos, así como en vuestra colaboración con los padres en su educación. Actualmente, gracias a los avances de la neurociencia, se ha podido establecer que desde la octava semana de la gestación comienzan ya a producirse diferencias cerebrales, activadas por las testosterona en el varón y los estrógenos en la mujer, que originarán habilidades, aptitudes y tendencias diferentes según el sexo durante toda la vida.
Pequeñas diferencias
Dicho esto, hay que reconocer que las niñas y los niños son iguales en dignidad, en derechos y deberes, y sobre todo, que no hay diferencias significativas en el coeficiente intelectual de varones y mujeres, aunque sí utilizan estrategias diferentes para conseguir un mismo resultado. Son iguales y al mismo tiempo diferentes por este dimorfismo sexual cerebral.
La diferencia cerebral más llamativa es que en el cerebro femenino existe una mayor conectividad entre sus dos hemisferios, mientras que el cerebro masculino está más lateralizado, o sea, con menores conexiones entre ambos hemisferios.
Por lo que al no ser iguales los hemisferios -ni en su estructura ni en su funcionamiento- se produce, por ejemplo, que la mujer es más hábil en el habla y el dominio del lenguaje, mientras que en el varón es mejor el razonamiento matemático y la visión espacial.
Por esta razón, en la etapa escolar, a igual edad, las niñas poseen un mayor vocabulario, leen con más facilidad, hablan más y con frases más largas y complejas, y escriben antes y mejor. Por su parte, los niños tienen más facilidad para el razonamiento abstracto y el lógico matemático, y por ello aventajan a las niñas en geometría, dibujo técnico y otras tareas espaciales. Las niñas se desarrollan biológica y psicológicamente y alcanzan su madurez antes que los niños. Por tanto, para ser justos, al ser más lento el ritmo del varón no puede exigírsele que alcance el nivel de la mujer en el mismo tiempo.
José Manuel Cervera González. Secretario de la Asociación de Abuelas y Abuelos