La seguridad en uno mismo es esencial para alcanzar las metas personales. La seguridad es la energía que nos permite lograr nuestros sueños a pesar de los fracasos y las adversidades. No es fácil ser una persona segura, a menudo nos surgen dudas y temores sobre nuestras capacidades, y nos hacen sucumbir en la desconfianza y la inseguridad. La inseguridad emocional nos condena, es como una cadena que nos ponemos nosotros mismos, pero de la que no es nada fácil liberarse.
Las raíces de la inseguridad
¿Por qué algunas personas son inseguras? La inseguridad emocional en uno mismo viene causada por una falta de confianza y el miedo que esta poca confianza genera en la persona. La persona no confía en sus capacidades y habilidades y cree que difícilmente podrá tener éxito o salir airosa de determinadas situaciones, esta creencia es la base del miedo al rechazo, del miedo a hacer el ridículo, del miedo a no ser aceptado, y del miedo al fracaso que a su vez son las bases de la inseguridad.
Las causas de la falta de confianza pueden ser diversas y dependen de las experiencias vividas por la persona. Es cierto que existe cierta predisposición genética a la inseguridad pero dicha predisposición se determina a través de las vivencias personales de cada uno. Así entre las experiencias que generan desconfianza en uno mismo podemos señalar:
– Pocas oportunidades de demostrarse a uno mismo sus habilidades y por lo tanto desarrollar la confianza. Normalmente viene determinada por sobreprotección en la infancia.
– Experiencias con resultados negativos durante la demostración de las propias habilidades.
¿Cómo es la persona insegura?
Cuando una persona se siente insegura, teme constantemente el rechazo y la desaprobación de los demás. Y por lo tanto, debido a la inseguridad la persona puede desarrollar una tendencia a aislarse o a buscar la aprobación a cualquier precio. Ambas reacciones implican un deterioro importante en sus relaciones personales. Además podemos observar dichas reacciones a través de las siguientes manifestaciones:
– Requieren constantemente elogios y atención. Necesitan alimentar su confianza y autoestima a través de valoraciones externas. Pueden llegar ser egoístas, ya que solo se centraran en recibir atención.
– Se muestran muy susceptibles, que se toman todo como críticas o ataques contra su persona. No toleran ninguna crítica y se toman como tales comentarios que no lo son.
– Hablan constantemente de las cosas buenas que hacen y las cualidades que tienen. Lo hacen de manera inconsciente en un inútil intento de demostrarse a sí mismo su propia valía.
– Necesitan aprobación constante cuando hacen algo o tienen que tomar una decisión. Les cuesta tomar decisiones y temen equivocarse, por eso preguntaran a muchas personas y buscarán aprobación.
– Toleran muy mal el fracaso y trataran de justificar sus errores, en lugar de aceptarlos y aprender de ellos.
– A menudo se burlan de los otros, utilizan bromas y sentido del humor. Este sentido del humor les es útil en dos sentidos, por un lado logran ser aceptados y por otro les ayuda a desvalorizar a los demás, en un intento de verse superiores.
Pasos para vencer la inseguridad
1. Analiza tus creencias e interpretaciones. Empieza a ser más indulgente contigo mismo y sobre todo recuerda que sí una vez te equivocaste, no quiere decir que te vayas a equivocar siempre.
2. Aprende de tus errores. Los fracasos son parte natural de la vida, pero no tienen por qué ser malos solo tenemos que aprender de ellos.
3. Traza tu propio plan para vencer las inseguridades. Proponte metas diarias que puedas alcanzar y que te supongan un reto contra tus inseguridades. De este modo puedes trazarte un plan para vencer tu inseguridad poco a poco.
4. Deja de compararte con otros. A menudo nos comparamos con los demás y tendemos a vernos inferiores. Nunca te compares con otros, recuerda que cada uno sigue su propio camino.
5. Elabora una lista con tus fortalezas y capacidades y repásala cada día.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.
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