Tomar fruta a diario es muy importante para mantener una vida sana a cualquier edad, pero más para los niños, que están en una etapa de crecimiento primordial. Eso los padres lo sabemos, y también la Unión Europea, que destinará 150 millones de euros para distribuir comida sana, especialmente fruta, en los colegios del continente.
Aunque es cierto que lo que los niños coman depende de lo que aprendan en casa, el colegio también puede ayudar en esta labor de educación nutricional, ya sea en el comedor o en clase, pues entre todos podemos enseñar buenos hábitos de vida, alejados de los mitos de la alimentación.
Fruta en el colegio
Con este objetivo, España recibirá por parte de la Unión Europea un total de 11,5 millones de euros para, de este modo, financiar un plan de distribución de fruta en las escuelas durante el próximo curso 2015-2016, para el que las matriculaciones ya están abiertas.
Así lo ha anunciado esta semana la propia Comisión Europea, que ha señalado, además, cuáles son los países más beneficiados por esta importante medida, ya que no todos los estados recibirán el mismo dinero del presupuesto total de 150 millones de euros.
De este modo, los principales beneficiarios de este programa para el próximo curso serán Alemania (27,9 millones), Italia (26,8 millones de euros), Polonia (18 millones) y Francia (15 millones). España se sitúa en quinta posición.
El reparto de fondos se debe a un pacto entre los expertos de los Estados miembros; asimismo, estas ayudas de la UE se completarán con unos 32 millones de euros de subvenciones nacionales o aportaciones privadas.
El objetivo que se persigue con esta iniciativa financiada por la Unión Europea no es sólo distribuir frutas y verduras en los colegios, sino que este dinero también está previsto que se use para medidas educativas destinadas a que los niños consuman más estos productos y, sobre todo, a crear hábitos alimentarios saludables para el día a día.
Porque la fruta no es un asunto de un día puntual, sino que es esencial incorporarla en la comida diaria como algo más, igual que el agua. Con suerte, la unión de los alumnos, los padres y los colegios nos llevará a una sociedad más sana.
Ángela R. Bonachera