758 millones de adultos y 115 millones de jóvenes en el mundo no saben leer. Estas son las cifras que barajan la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO. Y la familia juega un papel fundamental a la hora de concienciar a la sociedad de la importancia de la educación.
La abultada cifra de adultos analfabetos responde a una época en la primera mitad del siglo XX en el que no se daba importancia a la alfabetización dentro de las políticas de cooperación. Sin embargo la UNESCO también advierte de que dentro de estos números también hay una gran presencia de jóvenes.
En concreto afirma que son 115 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años los que no saben leer ni escribir. El territorio donde más presencia tienen los analfabetos de estas edades es África. Es el continente olvidado según afirma este organismo,que anima a trabajar en pos de reducir este número y asegurar un nivel de cultura mínimo en todos los continentes.
Alfabetización: avances en las últimas décadas
Desde Naciones Unidas aplauden el trabajo que tanto su organización como otras entidades han realizado en las últimas décadas. Gracias a esta dedicación para fomentar la culturización en el mundo. Este trabajo ha conseguido que el número de analfabetos haya descendido un 25% entre 1990 y 2015. La UNESCO también expresa su alegría por la cantidad de avances logrados desde que hace 50 años se estableciera el Día Internacional de la Alfabetización, especialmente en el ámbito de la enseñanza a la mujer.
Dos tercios de la cifra total de analfabetos en el mundo son mujeres, muestra del trabajo que queda por hacer. Desde el trabajo con la mujer, se potencia la alfabetización de los hijos y la mayor concienciación sobre el papel de la educación en culturas en las que no está asentada.
Fomentar la lectura en casa
De hecho, los expertos apuntan a la importancia del trabajo en el hogar para mejorar la competencia lectora y de comunicación en nuestros hijos. Debemos inculcarles ese interés por la lectura desde su infancia. Estas son algunas ideas:
– Leer en voz alta. Se ha demostrado que la lectura en voz alta es la mejor manera de dar a un niño aquellas herramientas que necesitará para ser un buen lector, oyente y estudiante. Leer junto a los más pequeños es también un momento especial para los padres y que ayuda a fortalecer el vínculo entre padres e hijos.
– Un momento de lectura antes de irse a dormir. La fase preescolar y la primera parte de la Primaria son muy importantes para que el niño adquiera el hábito de la lectura.
– El ejemplo de los padres. Para lograr hijos lectores es muy importante que estos vean leer a los padres, pues el niño aprende básicamente por imitación. Se pueden organizar ratos y espacios de lectura, lecturas compartidas o visitas a la biblioteca. Los expertos recomiendan que los niños vean a los padres leer en papel, y no en digital, para que sean conscientes de que están leyendo y no jugando o navegando.
Damián Montero
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