Nuestro país afronta desde hace unas décadas el grave problema del descenso de la natalidad. A lo largo de los últimos años las parejas han pospuesto en el tiempo la decisión de traer un hijo al mundo. La edad a la que las mujeres dan a luz a su primer hijo es cada vez más tardía, y ha estado marcada recientemente por la difícil crisis económica que ha vivido España y que ha hecho que menos personas puedan afrontar económicamente la paternidad.
Este hecho también influye en que la posibilidad de que las parejas tengan más hijos, en ocasiones, un segundo hijo se contempla, pero un tercero es casi imposible. De este modo, el relevo generacional, tener al menos dos niños para reemplazar a los padres, se antoja una tarea muy difícil. Finalmente, este descenso en la natalidad española ha terminado por desembocar en una situación de crecimiento negativa, es decir, en nuestras fronteras se producen más fallecimientos que nacimientos.
Nacimientos que disminuyen, defunciones que se incrementan
Tal y como se aprecia en los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística, INE, en su último informe sobre los movimientos poblaciones lo dejan bien claro: los alumbramientos en España han decrecido de nuevo mientras que los fallecimientos aumentaron de tal forma que terminaron por superar a los nacimientos. Una situación que nuestro país no vivía desde la Guerra Civil.
El INE apunta que mientras los nacimientos disminuyeron un 2%, las defunciones aumentaron un 6’7% produciéndose una diferencia de 4’7 puntos porcentuales. En concreto en España nacieron durante 2015 un total de 419.109 niños, es decir, 8.486 partos menos que en el año anterior. Si se compara con los datos de 2008 cuando se registraron 519.779 alumbramientos, la reducción ha sido de 19’4 puntos porcentuales.
Por su parte España registró un total de 422.276 fallecimientos, lo que supone un crecimiento del 6’7% respecto a 2014. Si se comparan los datos de las defunciones y de nacimientos en nuestras fronteras se observa que se registraron un total de 2.753 muertes más que alumbramientos. Esto ha supuesto que nuestro país registre un saldo vegetativo negativo.
Menos hijos y mujeres en edad fértil
Los datos del INE también revelan que la media a la que las mujeres deciden ser madres se ha retrasado hasta los 31’9 años, la edad más avanzada en la última década. Este dato es más preocupante si se observa la reducción de mujeres fértiles, es decir que tienen entre 15 y 49 años ya que España también ha registrado su dato más bajo en este sentido de la última década y únicamente hay 10’8 millones de potenciales madres.
Por fortuna los datos del INE también traen buenas noticias relacionadas con la natalidad: las mujeres en nuestro país tienen más hijos que antes. En 2015 la media de hijos por mujer fue de 1,33 mientras que en 2014 este número era de 1,32. Esta subida es más significativa si se compara con 2013 donde la media se situaba en los 1,32.
Conciliación, tema pendiente en la sociedad actual
A la situación financiera de nuestro país también se le une otro factor que pone difícil a las parejas decantarse por la maternidad. El hecho de que tanto padres como padres tengan difícil compaginar la crianza de un hijo y un puesto de trabajo hace que se piensen dos veces traer un niño a este mundo si van a tener muy difícil disfrutar de él y criarlo debidamente.
Tal y como revela el informe informe de la Fundación MásFamilia el 61% de las empresas no incluyen la conciliación laboral en su política de empresa. Otro dato preocupante relacionado con la conciliación es que las madres trabajadoras únicamente pasan 54 minutos diarios junto a sus hijos, ni siquiera una hora en total de las 24 que tiene cualquier jornada.
Damián Montero
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