España envejece paulatinamente. Según datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística INE, en el primer semestre de 2015 se registraron poco más de 206.000 nacimientos y hasta un total de 225.000 defunciones. Estos datos son sorprendentes por si solos pero si los comparamos con los del año pasado, vemos que, además, la tasa de natalidad ha descendido un 0,8 por ciento.
Nacen aproximadamente 20.000 personas menos de las que fallecen y ha habido más defunciones que el año pasado. Todo va a la baja, por lo que si estos datos que el INE presenta se confirman estaremos viviendo una situación muy parecida a la de 2008.
El balance entre nacimientos y defunciones
Se acerca fin de año y toca hacer balance. Durante el primer semestre de 2015, falleció en España un 10,5 por ciento más de personas que en el primer semestre de 2014. Dentro de ese semestre vemos que durante los meses de enero y febrero hubo muchas más defunciones que en marzo, abril, mayo y junio. Y si comparamos los meses de enero y febrero de 2015 con los de 2014 no damos cuenta de que este año que dejamos atrás ha fallecido un 16,9 por ciento de personas más.
Es cierto que durante el segundo semestre del año se suelen producir siempre más nacimientos que defunciones, algo que no deja de ser un dato esperanzador porque significa que el actual saldo negativo del crecimiento vegetativo (que es la diferencia entre las personas que nacen y las que mueren al año en relación al total de habitantes en un lugar concreto) se puede reducir un poquito.
Sin embargo, esa tendencia a la baja sigue estando presente y ponerle freno no solo depende de que se propongan nuevas medidas legales sino también del eco que se dé a las ayudas a la maternidad que ya se prestan en España. En 2013 presenciamos una pequeña mejoría en lo que a la natalidad se refiere, porque hay que recordar que desde 2008 la tasa de natalidad no había hecho sino descender. Ya en 2014 se registraron datos muy positivos, pero parece que ahora, de nuevo, retrocedemos.
En cambio, no todos los datos son negativos. La esperanza de vida es cada vez mayor y las familias españolas que tienen niños, cada vez tienen más. El número medio de hijos por mujer aumentó en 2014 hasta 1,32, si bien en 2013 fue de 1,27, y no crecía desde 2008. Pero los datos pueden ser aún mejores. Por eso conviene recordar que en España existen prestaciones que favorecen la maternidad y que existen asimismo ayudas por familia numerosa.
Ayudas a la maternidad en España
Las ayudas a la maternidad que se ofrecen en España corren a cargo de la Seguridad Social, por lo que todas se pueden consultar en la página web del organismo. Además hay otras ayudas que varían entre las diferentes comunidades autónomas. En general de las primeras se pueden beneficiar quienes trabajen por cuenta propia o ajena y disfruten de un periodo de descanso por maternidad, adopción y acogimiento legalmente establecido.
También aquellos padres que se hayan visto obligados a quedarse solos a cargo del bebé por fallecimiento de la madre durante el parto o aquellos que padres que hayan tenido un bebé con una mujer trabajadora que no reúna el periodo de cotización que se exige. Por supuesto el carácter acumulativo y no acumulativo de unas y otras ayudas es algo que siempre hay que consultar y se recomienda hacer una valoración antes de ejercitar el descanso para ver qué opción compensa más en cada caso.
Ayudas por familia numerosa
Existen varios tipos de familias numerosas.
– Familia numerosa general: con tres o cuatro niños
– Familia numerosa especial: con cinco niños o más
– Aquellos padres que tengan dos niños siendo uno de ellos discapacitado en un 33 por ciento.
– Los padres que tengan una discapacidad del 33 por ciento cada uno y tengan dos niños.
– Familias con dos hijos en las que el padre o la madre tiene una discapacidad del 65 por ciento.
– Familias de tres hijos menores de edad con padres separados
– Dos o más niños a cargo de un tutor
– Tres o más hermanos huérfanos que dependan económicamente los unos de los otros.
– Dos niños huérfanos si uno de ellos tiene una discapacidad del 65 por ciento.
En todos estos casos se pueden recibir distintas prestaciones, tanto a nivel estatal como de Comunidad Autónoma. Estas suponen un alivio para el bolsillo en los siguientes términos:
– IRPF
– Contratación de cuidadoras
– Educación
– Vivienda
– Transporte
– Ocio
– Factura del agua y la luz
– Acceso a instalaciones deportivas
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