Cuando no se duerme adecuadamente hay un menor rendimiento cognitivo, baja la concentración y se pueden producir fallos de memoria, cambios bruscos de humor y alteraciones en el proceso de toma de decisiones. Dormir es necesario para la salud: entre 7-8 horas diarias es suficiente, dormir menos incrementa el riesgo vascular y dormir más, puede ser el síntoma de que se padece un trastorno del sueño.
Dormir es necesario para la salud y, además, el sueño debe ser de calidad y reparador. Cuando esto no se consigue debemos visitar a un especialista. En los últimos años se han realizado numerosos estudios que analizan el papel que el sueño parece ejercer en la restauración y fortalecimiento de los diferentes circuitos neuronales.
Algunos estudios recientes señalan la importancia del sueño a la hora de que los niños fortalezcan las conexiones entre el hemisferio izquierdo y derecho del cerebro; otros han estudiado cómo el sueño puede mejorar el aprendizaje o cómo el cerebro consolida y afianza conceptos nuevos o recuerdos durante el sueño.
¿Por qué es necesario dormir?
Con motivo del Día Internacional del Sueño, el doctor Hernando Pérez, Coordinador del Grupo de Estudio de Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología, asegura que «dormir es fundamental para afrontar en perfectas condiciones la posterior vigilia, para la supervivencia del individuo y para el correcto funcionamiento del sistema nervioso».
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) entre un 20 y 48 por ciento de la población adulta sufre en algún momento dificultad para iniciar o mantener el sueño. Pero en hasta un 10 por ciento de los casos es debido a algún trastorno de sueño crónico y grave, una cifra que incluso podría ser mayor por el alto número de pacientes que no están diagnosticados, en parte por la falta de conciencia social -que en ocasiones lleva a catalogar de vago o de juerguista a una persona que se duerme en su puesto laboral sin llegarse a plantear que exista una enfermedad del sueño- y por desconocimiento incluso del propio personal médico.
Esto lleva a que en enfermedades como la narcolepsia se produzca una demora media en el diagnóstico de hasta 10 años o que pacientes con apneas, desde incluso la adolescencia, se diagnostiquen por haber sufrido un ictus isquémico después de los 65 años y que podría haberse evitado.
¿Cuánto tiempo es aconsejable dormir?
Pasamos 30 años de nuestra vida durmiendo y la trascendencia de éstos es importantísima. «Últimamente también se han presentado diversos trabajos que han relacionado la falta de sueño, generalmente inferior a 6 horas, con aumento del riesgo vascular o con disminuir la esperanza de vida. Y aunque todavía queda mucho por estudiar al respecto, todo parece indicar que un término medio, es decir, unas 7-8 horas diarias, es lo más indicado.
Dormir más puede ser síntoma de narcolepsia, depresión o de que nuestro sueño no nos repara por verse interrumpido por apneas, que es como se conocen a las obstrucciones que experimente nuestra vía aérea durante el sueño en algunos pacientes», concluye el doctor Hernando Pérez.
A vueltas con el insomnio
El trastorno de sueño más frecuente es el insomnio, con una prevalencia de entre el 20-30 por ciento. Cuando no se consigue dormir adecuadamente por algún tipo de trastorno, no solo se ve afectada la capacidad intelectual y el rendimiento, sino que aumenta el riesgo de hipertensión y la probabilidad de sufrir un ictus, además de agravar y/o aumentar la probabilidad del desarrollo de otro tipo de enfermedades como la enfermedad de Parkinson o posiblemente el Alzheimer. Los pacientes con enfermedades del sueño tienen una merma en la calidad de vida comparable a la que sufren otros enfermos crónicos y aun así, el diagnóstico de estas enfermedades es aún bastante escaso.
Marisol Nuevo Espín
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