MADRID, 14 Diciembre, 2012
La herencia no debe estar compuesta únicamente por lo material, sino también por lo intangible. Es una tesis que cada vez se defiende con mayor frecuencia en nuestra sociedad, que comienza a tener presente el exacerbado materialismo que se ha impuesto en la misma y que se ha reflejado en muchos de los programas de planificación de herencias en Estados Unidos, como se ponía de manifiesto en un reciente artículo del Wall Street Journal.
Como señalaba en dicho texto el escritor Tim Maurer, coautor de ‘The Ultimate Financial Plan: Balancing Your Money and Plan’ (Wiley), podemos aprender gran cantidad de lecciones de nuestros mayores, por lo que deberíamos aprovechar las vacaciones y las reuniones familiares para que nos narrasen no sólo aquellos capítulos de su vida que desconocemos, sino también las enseñanzas que extrajeron de ellos.
Con un espíritu semejante se formó hace unos pocos años el Proyecto Legado (Legacy Project en inglés), encabezado por el doctor Karl Pillemer de la Universidad de Cornell en Nueva York, perteneciente a la Ivy League.
Esta iniciativa ha entrevistado ya a más de 1.500 ancianos de todo el país con el objetivo de preservar de forma escrita su testimonio. Lo que diferencia a esta llamada ‘Gran Generación’ de otras es que han vivido algunos de los acontecimientos más traumáticos de la historia, como la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial -incluso la Primera- o el Holocausto y el exilio, un duro proceso de formación que les hizo afinar sus expectativas y habilidades.
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