La Navidad es tiempo de festejo, de reuniones con los seres queridos, es una época de dar y de recibir, y de sentirse felices. Parece que la Navidad es una época de felicidad, donde todos estamos obligados a sentirnos contentos y disfrutar de los festejos. Sin embargo, algunas personas se sienten tristes durante la supuesta época más alegre del año.
Si al llegar las fiestas sientes apatía, no tienes ganas de hacer nada, te sientes obligado a estar de buen humor… puede ser que pases por lo que se conoce como depresión navideña.
La depresión navideña
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que supone una de las principales causas de sufrimiento mental de las personas. La depresión es una enfermedad grave que debe ser considerada por todos y tratada por especialistas.
En algunos casos, la depresión puede ser desencadenada por un acontecimiento de tipo adverso, en otros casos la depresión aparece sin causa aparente, es lo que se conoce como depresión endógena. La depresión navideña suele aparecer sin ninguna causa aparente, más que la época del año. La depresión navideña es una depresión de tipo estacionaria, asociada a una época o estación del año. Puede llegar a ser muy grave, y si no se trata adecuadamente podría llegar a extenderse.
Artículo relacionado:
– Guía para vivir la Navidad con actitud positiva
Síntomas de la depresión navideña
Los síntomas de la depresión navideña son similares a los de cualquier episodio depresivo:
– Cansancio, apatía, desgana, pérdida de vitalidad.
– Estado de ánimo o humor depresivo, de manera constante durante la mayor parte del día, y mantenido durante la mayoría de los días.
– Irritabilidad extrema.
– Pensamientos negativos, autoderrotistas…
– Perdida de interés por actividades placenteras.
En concreto la depresión navideña, además puede presentar estos síntomas:
– Perdida de interés por lo relacionado con la Navidad.
– Sentirse molesto al escuchar villancicos, ver decoraciones navideñas,*con todo lo relacionado con la navidad.
– Apatía por las actividades relacionadas con los festejos navideños.
– Aislamiento y poco interés por la compañía de otras personas.
Causas de la depresión navideña, ¿por qué me deprimo en Navidad?
Las Navidades constituyen una época del año que, aunque no lo parezca, pueden ser fuente de estrés, frustraciones y melancolía. Desde diferentes medios nos bombardean con escenas felices de las navidades, pero en la realidad no todo es tan bonito y tan alegre. Veamos las características de estas fechas que pueden causar estados depresivos:
1. Llegan las vacaciones y para los pequeños es motivo de ilusión. Pero para los adultos esto puede suponer una fuente extra de estrés: ocuparse de compras, organizar eventos y comidas, obligaciones sociales, etc.
2. En estas fechas se celebra el fin de año y la entrada en un año nuevo. El cambio de año suele ser el momento de hacer balance de los objetivos cumplidos, de lo que nos queda por hacer, etc. Puede ser que nos demos cuenta de que no siempre conseguimos todo lo que nos proponemos.
3. Cuando hay personas queridas que ya no están, aunque el duelo no sea reciente, es normal echarles especialmente de menos en estas fechas de reunión.
4. La Navidad es la época de menos horas de luz, con las noches más largas, eso unido al clima hace que tendamos a encerrarnos en nosotros mismos y sentirnos tristes. Está demostrado que durante los meses de menos luz, las dolencias relacionadas con el estado de ánimo se intensifican.
5. En Navidad parece que estamos obligados a sentirnos felices. Esta obligación actúa como una toma de conciencia de aquellas personas que no se sienten felices. Es decir, para los que sienten melancolía, esa obligación se convierte en frustración y se genera el efecto contrario, se intensifica el malestar.
Pautas para hacer frente a la depresión navideña
1. Organízate con tiempo y no dejes todos los preparativos para el final. En cualquier caso, pide ayuda con los preparativos. Organizar los eventos puede ser otra especie de celebración o acontecimiento para disfrutar en familia. No importa que todo este perfecto, pero sí que hagáis de esos momentos tiempos de calidad.
2. Dedícate tiempo a ti mismo/a. La Navidad también puede ser buen momento para ti, para mimarte, para hacer algo que te haga ilusión.
3. Analiza tus pensamientos y modifícalos por otros más realistas si realmente es necesario. No todo el mundo tiene que estar feliz en Navidad, no es cierto que se solucionen los problemas, lo cierto es que a pesar de ellos podemos estar con las personas queridas.
4. Busca compañía y permítete ser activo. Un simple paseo al aire libre te ayudará con tu estado de ánimo.
5. Cuando un ser querido no está, es normal echarle de menos y sentirnos tristes. Deja que la tristeza fluya, pero busca nuevas tradiciones que no asocies a esa persona.
6. Si el malestar persiste o es demasiado intenso, lo aconsejable es consultar con un especialista.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.
Te puede interesar:
– Navidad, el significado de los símbolos navideños
– Tristeza y melancolía: antídotos contra el ‘bajón’
– El encanto invernal de Malta: una odisea de sabores, historia y belleza mediterránea
– Cómo hacer que los pensamientos negativos desaparezcan