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El déficit nutricional en niños

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Las deficiencias nutricionales de los niños no sólo se presentan cuando existe una escasa alimentación, en los paises occidentales en la mayoría de las ocasiones, una mala alimentación suele ser la culpable. El déficit nutricional aparece cuando existen carencias en el aporte diario de calorías, grasas, proteínas, glúcidos, vitaminas y minerales necesarios para cubrir las necesidades que tiene el organismo.

Estas carencias comienzan a ser comunes en niños menores de 3 años y esto conlleva importantes complicaciones que se derivan de la malnutrición.

Los pediatras de Atención Primaria desempeñan un papel fundamental tanto en la detección del déficit nutricional como en el tratamiento precoz. Por ello, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), con la colaboración de Humana Spain, compañía especializada en nutrición infantil, se han coordinado para elaborar una guía que aborda los distintos factores que intervienen en el riesgo nutricional infantil. Sus objetivos son:

1.   Ofrecer información más actualizada y contrastada que la disponible actualmente.
2.   Sensibilizar a los pediatras sobre la alta incidencia de déficits nutricionales en los niños.
3.   Ayudar a detectar a los niños en riesgo nutricional y establecer actuaciones terapéuticas sólidas.

Causas del déficit nutricional infantil

El déficit nutricional infantil

1.   Errores en la alimentación debidos a: dietas inadecuadas, vegetarianismo, prolongación de la lactancia materna sin introducción de la alimentación complementaria o errores en la técnica (frecuencia desordenada, alimentos hipocalóricos, biberones mal preparados).

2.   Alteraciones en el desarrollo de la conducta alimentaria del niño. El proceso de creación de hábitos alimentarios se inicia en el periodo de total dependencia de recién nacido y se culmina en la autonomía de la adolescencia. En él, es determinante la actitud de los padres para que los niños desarrollen correctamente los mecanismos de control del apetito y controlen sus sensaciones de hambre y saciedad.

3.   La marginación social, la pobreza y la ignorancia implican una alimentación insuficiente. Este es un problema que se ha ido acrecentando en los últimos años con la crisis y la inmigración de familias desde países sin recursos.

4.   Enfermedades o complicaciones en el sistema digestivo que impidan la correcta ingesta de alimentos en el niño. Esto debe tratarse para que no repercuta de manera negativa en las cantidades de nutrientes que necesita el organismo.

Consecuencias del déficit nutricional en niños

1.   Infecciones. Está demostrado que están relacionadas las enfermedades infecciosas con el estado nutricional, porque la desnutrición conlleva a la reducción de la inmunidad humoral y celular, y de las barreras físicas como el moco protector de las vías respiratorias o la acidez gástrica.

2.   Disfuncionalidad. La capacidad física e intelectual se ven reducidas. Además, las enfermedades infecciosas de las que hablábamos, también dan lugar a una menor actividad y ralentizan el desarrollo de habilidades motoras.

3.   Enfermedades crónicas. El bajo peso al nacer y el déficit nutricional representan un mayor riesgo de contraer enfermedades crónicas en la edad adulta, incluyendo obesidad, diabetes, enfermedades cardiacas, hipertensión arterial y accidentes cardiovasculares.

4.   Mortalidad. Un número importante de muertes en niños son atribuidas al efecto de la malnutrición, algo que es totalmente evitable si lo diagnosticamos y controlamos a tiempo.

Soluciones para evitar el déficit nutricional de los niños

Diversas investigaciones revelan que un significativo número de preescolares españoles recibe una dieta desequilibrada, y existen dos razones principales: por una parte, los niños todavía se están familiarizando con texturas y sabores y rechazan algunos de los alimentos; y por otra, el ritmo de vida actual dificulta el seguimiento de una alimentación completa y variada. Para solucionar estos déficits nutricionales se recomienda consumir:

–   De 3 a 5 raciones semanales de pescado, principal fuente de Omega 3 DHA.
–   Legumbres y carnes rojas, que aportan hierro.
–   Huevo, que contiene vitamina D.
–   Leches de crecimiento para completar la dieta con el aporte adecuado de Omega 3 DHA y hierro, entre otros nutrientes, y lograr así un adecuado desarrollo de los sistemas cognitivo, motor, inmunitario o nervioso.

Sara Pérez

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