El crecimiento de la población con discapacidad en edad activa y que tiene estudios superiores ha sido constante. En 2013 el 15% de esta población poseía estudios superiores, suponiendo un incremento de más de 60.000 personas con respecto al año 2009.
En concreto, han cursado estudios superiores un 17,3% de personas con discapacidad física, un 17,1% del colectivo con enfermedad mental y un 16,1% de las personas con discapacidad sensorial en el año 2013. No obstante, durante el mismo período también se incrementó el número de personas sin discapacidad que cursó estudios superiores, con lo que se mantiene la diferencia de 10 puntos entre los dos colectivos.
Todos estos datos que acabamos de mencionar tienen una relación directa con las personas con diversidad funcional: la empleabilidad. Cuanto más alto es el nivel de estudios de una persona, más probabilidades tiene de encontrar trabajo. Sin embargo no siempre es tan fácil pues existen numerosas barreras en el mercado laboral.
Barreras para acceder a la formación
En el año 2012 más del 60% de personas con discapacidad entre 15 y 64 años afirmaron haber encontrado algún tipo de barrera para el acceso a actividades formativas según refleja la Encuesta de Integración Social y Salud del INE.
1. La metodología docente no fomenta la inclusión
Muchos de los estudiantes con alguna discapacidad reconocen que la metodología docente no favorece la inclusión de los estudiantes. Ante esto, el profesorado debería contar con un programa de formación sistematizado, sustentado por una política universitaria seria.
2. Hay un vacío legal en los derechos de los universitarios con discapacidad
Si bien existe una normativa que protege a los jóvenes con discapacidad, muchas veces no se aplica en las aulas, hay un vacío legal. Por lo tanto esto supone un obstáculo más para todas aquellas personas con alguna discapacidad que desean acceder a una formación universitaria.
3. La actitud negativa de los profesores hacia la discapacidad
El principal problema que reconocen los estudiantes con discapacidad en la educación superior es la actitud negativa que demuestran los profesores hacia ellos. El profesorado no está demasiado informado sobre la realidad del estudiante con discapacidad y necesita profundizar en ello para contemplar sus necesidades.
Además de la diferencia entre el colectivo de personas con y sin discapacidad, hay evidentes diferencias entre Comunidades Autónomas. Castilla La Mancha, Extremadura, Islas Baleares y Andalucía son las comunidades que registran un índice más alto de personas con discapacidad que sólo han cursado estudios primarios. Mientras que las Comunidades de Navarra, Madrid, País Vasco y La Rioja registraron los mayores porcentajes con estudios superiores.
María Rojas Sanabrias
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