La violencia contra la mujer es inaceptable, se puede evitar y, sobre todo, se puede prevenir. Eso cree al menos la directora ejecutiva de la ONU Mujeres, Phumzile Mlambo- Ngcuka. Y, como ella, cientos de personas están dispuestas, desde mañana y durante 16 días, a «pintar el mundo de naranja» en línea con la campaña ÚNETE, para eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas.
Cada 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y si el año pasado se nos invitó a teñir de este color nuestro barrio, en 2015 podemos dar un paso más, porque, en palabras de Ngcuka, «existen pruebas acerca del tipo de acciones que pueden detener la violencia antes de que se produzca».
La finalidad de la organización que la sudafricana dirige es promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Se estableció en 2010 para acelerar el proceso de mejora de las condiciones de vida del colectivo femenino alrededor del mundo y sus acciones parten siempre de la conciencia de que las mujeres son a menudo víctimas de la violencia y de discriminación y están mal representadas en los procesos de toma de decisiones.
La violencia como pandemia en el mundo
Salud, entusiasmo, optimismo, vitalidad, estímulo, igualdad y unidad son los valores psicológicos asociados al color escogido para la campaña. Con este y el lema «pinta el mundo de naranja», se ha hecho un llamamiento a través de los medios de comunicación, que por su lado serán los encargados de difundir un mensaje de concienciación y poner en marcha una movilización ciudadana. Las acciones empezarán a hacerse visibles a la mayor brevedad, pues cada 25 de noviembre se celebra en todo el mundo el Día de la Eliminación de la Violencia contra Mujeres y Niñas. Las infografías del llamamiento emitidas por la ONU se refieren al problema como una «pandemia mundial que adopta muchas formas».
¿Qué conduce a la generación de esa nomenclatura? O mejor, ¿qué se esconde tras ella? Como era de esperar: escalofriantes cifras. Una de cada tres mujeres es víctima de la violencia física o sexual por parte de su compañero sentimental y, desde 2012, estos son autores de uno de cada dos casos de asesinato. Cuesta creer que solo 52 países hayan penalizado hasta ahora de forma explícita la violación en el interior del matrimonio. También que haya alrededor de 2.600 millones de mujeres y niñas que viven en países donde la violación conyugal no está aún penalizada. Estas cosas llevan a la directora ejecutiva de la ONU a afirmar fehacientemente que «la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo la violación de los derechos humanos más tolerada».
Acciones visibles contra la violencia
Por todas las razones expuestas, es importante que la ayuda se haga visible. Desde la ONU animan a la Administración, las asociaciones, los líderes de las empresas, los ministros y los docentes a establecer políticas de tolerancia cero contra la violencia doméstica. Podemos empezar por colocar a disposición de quienes lo necesiten diferentes puestos de ayuda itinerantes, como se ha venido haciendo estos días en lugares tan concurridos como el intercambiador de transporte público de Moncloa en la ciudad de Madrid. Se sabe ya que, por ejemplo, los conductores y conductoras de los tuktuk de Camboya, las estrellas de fútbol en Turquía, las funcionarias y funcionarios de policía en Albania, los escolares de Sudáfrica y Pakistán y cientos de miles de personas más en todo el mundo están tomando posiciones.
Tu granito de arena para parar la violencia
Las redes sociales, que tanto daño han hecho en otras circunstancias, pueden sernos en esta ocasión de gran ayuda. A título personal, gracias a ellas, nosotros podemos aportar nuestro granito de arena. Vístete de naranja y utiliza el hashtag #orangetheworld para gritar al mundo que estás dispuesto a frenar un problema que a menudo se constituye en una de las principales amenazas de desequilibrio social. ¿Recuerdas aquel best seller de Albert Espinosa? Lo tituló El Mundo Amarillo y en él habló de los sueños y de cómo estos se cumplen con voluntad y empeño. Hoy el mundo se tiñe de naranja y nuestro objetivo es el mismo. Si trabajamos juntos podremos conseguirlo. Recuerda que iniciativas como esta simplifican la tarea de explicar a nuestros hijos la importancia de luchar por las injusticias del mundo y llevar una buena conducta sujeta a valores positivos que en un futuro ellos se encargarán también de transmitir.
Elisa García
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