Vivir y respirar en un ambiente limpio es lo ideal en el embarazo, pero la vida en las grandes ciudades no lo hace posible. Si ya sabíamos que la exposición al humo del tabaco tenía entre otras consecuencias un bebé de bajo al nacer, ahora una nueva investigación revela que la exposición materna a una atmósfera contaminada con dióxido de nitrógeno (NO2), que procede principalmente de la contaminación del tráfico, en las primeras fases del embarazo se asocia con un menor crecimiento del feto.
Este menor crecimiento se ha medido tomando como referencia las medidas durante el embarazo y del tamaño al nacer, según un estudio internacional en el que han participado investigadores del CREAL (Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental), centro aliado ISGlobal, dentro de un estudio del proyecto INMA (Infancia y Medioambiente). Los resultados de este trabajo han sido publicados en el número del 26 de junio de la revista científica Environmental Health Perspectives.
La contaminación retrasa el crecimiento fetal
La meta de este estudio era investigar el impacto de la exposición de NO2 en la biometría fetal y neonatal dentro del proyecto español INMA. Para realizar esta investigación participaron más de 2.400 mujeres, en concreto se evaluaron 2.478 fetos a los que se midió en cada trimestre del embarazo el diámetro biparietal, que es la distancia que existe entre los dos huesos parietales del cráneo del feto), la longitud del fémur, la circunferencia abdominal y el peso fetal estimado. Estas medidas, así como la antropometría al nacer, se evaluaron usando curvas de crecimiento-cohorte específicas a las 12, 20 y 34 semanas de gestación. Para estimar la exposición a NO2 en domicilios durante todo el proceso de embarazo se emplearon medidas de regresión del uso del suelo.
Gracias a los resultados de esta investigación, la exposición a la contaminación del aire durante el embarazo se ha asociado con retraso del crecimiento fetal. Como valor añadido hay que destacar que pocos estudios hasta la fecha habían medido la biometría fetal de manera longitudinal, con el fin de comprobar las zonas de especial vulnerabilidad.
Los investigadores hallaron que un aumento de 10 g/m3 en la exposición media de NO2 durante las doce primeras semanas de embarazo se asociaba con menor crecimiento en este periodo en la circunferencia abdominal y el peso fetal estimado.
El estudio también ha revelado que el menor crecimiento por exposición a la contaminación de la futura mamá se produce entre la semana 20 y 34 en el diámetro biparietal, la circunferencia abdominal y el peso fetal estimado, y crecimiento de longitud del fémur.
Problemas que causa al bebé nacer con bajo peso
Los bebés que nacen con bajo peso, generalmente inferior a 2 kilos y 500 gramos, necesitan atención especial en la unidad de cuidados intensivos neonatales. Algunos de los problemas médicos que puede presentar un bajo al nacer son:
1. Retinopatia del prematuro. Afecta a los vasos sanguíneos del ojo y a los bebés nacidos antes de la semana 32 de embarazo.
2. Síndorme disneico. Es un problema de la respiración que afecta alos bebés nacido antes de la semana 34 de embarazo.
3. Sangrado en el cerebro. Las hemorragias intraventiculares afectan a los prematuros de bajo peso durante los 3 primeros días de vida.
4. Conducto arterial persistente. Cuando la arteria llamada «conducto arterial» no se cierra para impedir que la sangre entre en los pulmones, como ocurría en el embarazo, es necesario el uso de fármacos o cirugía.
5. Enterocolitis necrótica. Es un problema de los intestinos y puede ser peligrosa para el bebé.
Otros problemas de salud para el bebé relacionados con el bajo peso al nacer son el riesgo de diabetes, enfermedad cardíaca, alta presión arterial y síndrome metabólico, entre otros
Marisol Nuevo Espín
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