El ajetreo de las tareas cotidianas nos hace descuidar nuestra alimentación y nos empuja a hacer gastos innecesarios en comida precocinada y preparados alimenticios que son caros y poco saludables.
Al menos de momento, no es necesario volver a las técnicas culinarias de posguerra, cuando se hacían maravillas con productos de saldo, pero seguir una serie de consejos básicos nos puede ayudar a comer mejor, gastarnos mucho menos dinero, y gestionar de forma óptima el tiempo que gastamos en la cocina. Estas son prácticas culinarias que todo el mundo debería conocer, pero que en muchos casos hemos olvidado por comodidad o pereza, castigándonos con tuppers de dudosa calidad.
Fuente: El Confidencial