El chocolate nos gusta, nos encanta, nos hace sentir bien… ¿Qué tendrá el chocolate? A unos de unas formas y a otros de otras, pero por regla general el chocolate es algo que nos vuelve locos. ¿Será por su composición? ¿Es adictivo el chocolate? ¿Es un falso mito eso de que el chocolate engorda? Te damos todas las claves sobre el chocolate, sus beneficios para la salud y el cerebro, y te contamos algunos de sus secretos.
La composición del chocolate
El chocolate se compone en un 24 por ciento de grasas, que proceden de la manteca del cacao. A priori, si solo decimos esto, puede parecer que el chocolate engorda una barbaridad, pero esto no es cierto, hay que saber escoger el chocolate que más nos beneficie.
La manteca de cacao contiene ácido esteárico. Se trata de un ácido graso no saturado que no aumenta nuestro nivel de colesterol en sangre. Recuerda que el colesterol no siempre es malo. Hay un colesterol bueno y otro perjudicial. El último obstruye nuestras arterias pero el primero las va depurando porque circula en sentido opuesto al anterior y recoge sus residuos. El chocolate contiene asimismo un 45 por ciento de hidratos de carbono. ¡Pero ojo porque también lleva proteínas! Sigue leyendo y te lo explicamos.
Dos de los elementos más importantes del chocolate son la teobromina y la serotonina. El primero es un estimulante que funciona como la cafeína aunque es un poquito más suave. El segundo es una sustancia que produce nuestro cuerpo y que sirve para que se puedan transmitir señales entre los nervios, por lo que generalmente se relaciona con la felicidad.
El chocolate lleva:
– Vitamina A: estupenda para nuestra piel, nuestros huesos y mucosas
– Vitamina B: importante para el metabolismo de las proteínas que digerimos
– Minerales: que dotan de energía a nuestras células
– Calcio: para fortalecer nuestros huesos
– Hierro: activa las vitaminas del grupo B y nos da energía
– Potasio: reduce la presión arterial
– Magnesio: disminuye la fatiga y el cansancio
A todas estas cosas sumamos también el ácido fólico que por medio del chocolate suministramos a nuestro cuerpo y que es esencial para nuestros huesos.
Aporte calórico del chocolate
Cuando hablamos de chocolate nos referimos fundamentalmente a:
– Chocolate en polvo como materia prima
– Chocolate negro
– Chocolate con leche
– Chocolate blanco
– Chocolate soluble o preparado de cacao
De estos tipos, el que más calorías tiene por 100 gramos es el chocolate blanco porque tiene más cantidad de manteca de cacao (unos 30 gramos de manteca por 100 gramos de producto). Le sigue el chocolate con leche, el negro, el soluble y el chocolate como materia prima.
Pero cuando vamos a escoger uno de estos tentadores productos no son las calorías lo único que tenemos que mirar. Los azúcares y la fibra son asimismo importantes. El que más azúcar lleva es el chocolate soluble, después el blanco, el chocolate con leche, el chocolate negro y finalmente el chocolate puro como materia prima. Pero este último no solo es el que menos azúcares tiene sino que, además, es el que más fibra lleva. De estas cosas se desprende que el chocolate original es el más sano de todos. Y vemos que esto no se debe solo a que tenga menos calorías sino a que sus propiedades nutricionales son también mejores.
Los beneficios del chocolate
Entre los principales beneficios del chocolate podemos señalar:
– Es un estupendo antioxidante (como el aguacate)
– Disminuye el riesgo de padecer enfermedades coronarias
– Disminuye la resistencia que puede poner nuestro cuerpo a la insulina, que es la que regula el nivel de azúcar que llevamos en sangre. Si no la aceptamos o no la generamos el azúcar se acumula y tendemos a engordar, lo que no quiere decir que el chocolate adelgace pero sí contribuye a regular esos azúcares. Hay que tener en cuenta la grasa que lleve.
– Protege nuestro hígado
– Mejora nuestra capacidad cognitiva por ser estimulante
Chocolate: ¿cuánto, cómo y cuándo?
– Es preferible escoger chocolates que tengan un contenido de cacao por encima del 70 por ciento. Al fijarnos en el etiquetado tenemos que comprobar que el primer ingrediente sea el cacao y el último el azúcar.
– La cantidad de chocolate diaria recomendada se encuentra entre los 20 y los 30 gramos.
– Siempre es mejor comer chocolate en el desayuno. Esto nos ayuda a reducir la ansiedad del resto del día y hace más sencillo que podamos renunciar a los famosos antojos de media tarde. ¿Por qué? Porque el desayuno es la comida que controla la grelina, que se conoce como «la hormona del hambre voraz».
– No conviene comer chocolate tras las comidas principales porque todo azúcar consumido tras estas ralentiza la digestión. Si queremos comer chocolate a lo largo del día mejor como sustitutivo de alguna de las comidas secundarias como el almuerzo de media mañana o el tentempié de media tarde.
– Es importante valorar con qué acompañamos el chocolate. Aunque sigamos la primera recomendación y nos quedemos con un chocolate del 85 por ciento por ejemplo, no vale la pena que lo acompañemos de galletas azucaradas. El chocolate siempre se digiere de forma más liviana y ejerce mejor sus funciones cuando no se acompaña.
– Los excesos no son buenos, todo alimento natural tiene propiedades nutritivas si se consume en su justa medida.
Elisa García
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