La seguridad vial es muy importante y por ello padres y niños deben saber las normas para comportarse en las vías y evitar así accidentes. A la hora de enseñar a los pequeños estas vitales indicaciones, es esencial tener en cuenta una: la teoría no sirve de nada si no hay práctica en casa y si los padres no dan ejemplo.
Y en cuanto al ejemplo, una encuesta realizada por Midas pone de relevancia cuánto queda todavía por hacer. Algunos de los datos revelados por este trabajo ponen sobre la mesa que el 14 por ciento de los niños de menos de nueve años no usa los sistemas de seguridad infantil cuando viaja en el coche. Y eso a pesar de ser algo obligatorio y fundamental para garantizar la seguridad de los niños.
Hábitos de seguridad vial de los padres
El estudio, llamado ‘Hábitos de Seguridad Vial de padres e hijos en el coche’ refleja también que casi un tercio de los niños (el 28 por ciento) no usa ningún dispositivo. Eso sí, algo más de la mitad de ellos (el 53 por ciento) tiene más de nueve años y podría medir más de la altura obligatoria (135 centímetros).
Los pequeños han sido el objeto de estudio de otro trabajo y han sido preguntados por diversas cuestiones relacionadas con la seguridad vial y el papel de los padres. Así por ejemplo, la inmensa mayoría (el 86%) dice que viaja siempre en los coches traseros y prácticamente todos (el 97 por ciento) reconocen que sus padres siempre usan el cinturón de seguridad.
Pese a lo bien que queda la responsabilidad de los padres en este punto, en el del teléfono móvil su quehacer se pone más en entredicho: el 17 por ciento de los padres utiliza el móvil (una conducta sancionable y muy peligrosa) cuando lleva a su hijo en el coche. Eso sí, la buena noticia es que casi la mitad de los pequeños encuestados critica esto de sus padres al ser consciente de que es un comportamiento peligroso.
Otro comportamiento negativo en el que los padres deben mejorar es en su actitud hacia otros conductores: tres de cada diez niños creen que sus padres gritan o hacen «gestos feos» a otros conductores, una actitud que sin duda no es buen ejemplo para los pequeños.
Los niños en los coches
Importante es saber cómo educan los padres a los niños, pero también cómo estos se comportan dentro del coche y si ponen en práctica lo que se les ha enseñado. Así por ejemplo, más de la mitad de los encuestados (el 59 por ciento) asegura que se abrocha solo el cinturón del coche, mientras que el 23 por ciento lo hace con ayuda de sus padres y el 18 por ciento «unas veces solos y otras con ayuda».
Los padres también han sido encuestados en este trabajo sobre sus actitudes dentro del coche: el 35 por ciento de ellos asegura que contesta a sus hijos sin darse la vuelta cuando van conduciendo, mientras que el 63 por ciento de los encuestados le dice a los niños que esperen a llegar al destino. Sin embargo, la opinión de los niños es diferente: más de la mitad (el 53 por ciento) dice que los papás se despistan al volante para atenderles.
Preguntados sobre su propio comportamiento, casi todos los pequeños de entre cinco y 12 años aseguran que son «obedientes» y sólo dos de cada diez reconoce portarse «regular». Además, el 40 por ciento de los niños promete que nunca pide nada a sus padres cuando van conduciendo.
Los padres deben dar ejemplo
Otro tema importante en el coche es cómo se estaciona. Tan relevante es conducir de forma cívica como dejar el coche en su sitio: ni encima de la acera, ni en doble fila, etc. Son actitudes en las que, de nuevo, los padres debemos mejorar: casi la mitad reconoce que aparca mal sólo para llevar a los pequeños de la mano a la puerta del colegio.
No solo eso, sino que a la hora de volver al coche el comportamiento vuelve a dejar qué desear: el 75 por ciento de los padres recoge a los niños en la puerta y los deja en su coche, pero son los pequeños los que abren la puerta, en muchas ocasiones de manera irresponsable.
Para concluir, el estudio vuelve a destacar la diferencia de percepciones entre los niños y los padres. Así por ejemplo, mientras que el 11 por ciento de los pequeños cree que sus padres corren mucho al volante, sólo el 7 por ciento de los mayores cree que lo hace así.
Sea como sea, este trabajo viene a ser un tirón de orejas a los padres: la educación de los niños depende de los progenitores y muchas veces olvidamos que somos el espejo en el que los pequeños se miran. Así nos comportamos, así lo harán ellos. ¿Qué clase de personas queremos que sean? La educación vial es sólo una más.
Damián Montero
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