El aumento de la violencia y la conflictividad en las aulas es uno de los principales problemas en la educación actualmente. Cada día, el alumnado está expuesto en su entorno cotidiano a situaciones violentas y esa violencia es proyectada en el aula hacia sus profesores y compañeros con el objetivo de marcar ante ellos una posición de superioridad.
Ahora, según publica el último Informe Anual del Defensor del Profesor, la conflictividad y la violencia en las aulas han aumentado, tras unos años en los que este problema se había reducido.
Factores clave del aumento de la violencia y conflictividad en las aulas
Este aumento de la violencia y la conflictividad en las aulas es el resultado de varios factores que han cambiado de manera progresiva el rol de profesores, padres y alumnos dentro del centro escolar:
1. Los recortes económicos. La crisis y con ella, los recortes económicos, han tenido una incidencia directa en el incremento de algunos conflictos al tiempo que han paralizado los avances en la convivencia de las aulas.
2. Descenso del número de profesores (25.000 menos) y aumento del número de estudiantes (328.000 más), que hace más difícil mantener la disciplina en el aula.
3. Reducción de los programas de apoyo y compensación. La desaparición de las ayudas por material escolar y comedor a las familias, entre otros, han provocado que el malestar de los padres se vea traducido en un enfado con el colegio y más concretamente con el docente.
4. Imposibilidad de que las bajas laborales se puedan sustituir antes de 10 días. Este retraso muchas veces provocará que los alumnos no tengan el suficiente control, quedando a cargo de profesores que no son docentes de la materia y que, en muchas ocasiones, no conocen de primera mano a los alumnos ni su problemática particular.
Aumento de las conductas agresivas con el profesor y los compañeros
Los datos del informe han destacado un leve aumento en las conductas agresivas de los alumnos hacia el profesor y sus compañeros (14% de las denuncias); de las agresiones de los estudiantes (7%); de los insultos (14%) y de los problemas para dar clase que tienen los maestros (25%).
Además, algunos profesores (28%) han destacado que no sólo los alumnos son los causantes de las situaciones de acoso sino que también, en estos últimos años, han aumentado los casos en los que los propios padres amenazan a los profesores, interponen denuncias y presentan falsas acusaciones para desacreditarles frente a sus hijos. Un comportamiento que se corresponde a la forma incondicional en la que actualmente los padres defienden a sus hijos, sin una previa reflexión sobre si el comportamiento de éste ha sido el más adecuado y transmitiéndole al mismo tiempo, con el ejemplo, la idea de que agredir a un profesor es un comportamiento completamente válido.
La conflictividad aumenta en edades más tempranas
A parte de la preocupante realidad que indica que los padres son en muchas ocasiones los protagonistas de estas expresiones violentas, existe otro indicador de alarma: la edad a la que se producen las agresiones. Así, progresivamente se puede observar cómo la conflictividad se está produciendo cada vez a edades más tempranas, siendo las denuncias en Primaria (el 40%) superiores a las que se producen en Secundaria.
El mal uso de las redes sociales, un arma para difamar
Por otro lado, difamar e insultar a través de las nuevas tecnologías se ha convertido en otro recurso para el adolescente. Ahora, los foros de Internet, los grupos de WhatsApp y las redes sociales se utilizan, entre otras cosas, para atentar contra profesores y alumnos. Además, según señalan los docentes, en ocasiones son los propios padres los encargados de fomentar grupos en los que cuestionan todo lo que hace el profesor.
En referencia a este aspecto, el Defensor ha señalado que en los últimos años se ha producido una «relajación en el cumplimiento de los decretos de convivencia», por parte de los directores de los centros e incluso por los profesores. De alguna manera, la autoridad del profesor se ha visto relegada a un segundo plano. Lo que antes era una autoridad respaldada por el director del colegio, la administración y los padres, ahora es una autoridad adaptada a las circunstancias.
Aumento de la depresión entre los profesores
Al mismo tiempo que se ha registrado un incremento de la violencia en las aulas, también han aumentado los casos de ansiedad y depresión entre los profesores, subiendo en estos tres últimos cursos de un 4 a un 10%. Concretamente, el Defensor del Profesor registró el año pasado un total de 3.345 llamadas (en torno a 10 diarias) que seguramente no representen la totalidad de profesores que realmente tienen problemas en las aulas. Explican que no es un fenómeno generalizado, pero preocupante porque supone un cambio de tendencia.
En un intento por tomar medidas que mejoren la situación del profesor frente a alumnos y padres, La LOMCE (Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa) le ha otorgado por primera vez al profesor la condición de autoridad pública. Sin embargo, esta medida es considerada por los docentes como una medida insuficiente reclamando un reglamento que regule estas situaciones, un mayor respaldo por parte de las autoridades, y una formación para los docentes enfocada a la resolución de este tipo de conflictos.
Patricia Núñez de Arenas