Desde el lunes al viernes toca madrugar, recoger a los niños del colegio, hacer la compra, preparar las comidas del día y acostarse, que mañana suena el despertador temprano. Un ritmo de vida que en ocasiones no da facilidades para relajarse y que en el fin de semana pone sus esperanzas para encontrar la calma ante tanto estrés.
Sin embargo en muchas ocasiones estos dos días no se usan con este fin. Muchos padres se ven obligados a aprovechar el fin de semana para ponerse al día con otras tareas pendientes como limpieza del hogar u otras gestiones que no se han hecho anteriormente. Esto termina por provocar que los adultos no encuentren el descanso y terminen con un horario de trabajo los siete días de la semana. Pero, sobre todo, no han encontrado la manera de aprovechar el tiempo para la familia. Y esta debería ser la prioridad en nuestras agendas.
Planificar es la clave
Hay que saber desconectar. Eso no supone no hacer nada, sino hacer algo distinto. Encontrar el momento desconexión depende de la planificación que se haga tanto a lo largo de la semana como en sábado y en domingo:
– Lista de tareas. Cuando empiece la semana crea una lista de cosas pendientes por hacer y tenla muy presente. De esta forma de lunes a viernes pueden realizarse algunos de estos deberes y ganar un poco de tiempo libre en los sábados y domingos.
– Aprovechar los tiempos muertos. La vuelta del trabajo puede ser la ocasión perfecta para realizar la compra de la semana o cualquier otra gestión que esté de camino a casa. Los tiempos muertos pueden ayudar más de lo que crees.
– Mejor fuera de casa. Muchos padres entienden el fin de semana como una ocasión para quedarse en casa y descansar en ella. Un grave error ya que con esto sólo realizan una actividad sedentaria que no les hace desconectar. Siempre es mejor salir a dar un paseo y relajarse.
– Improvisar. Tener una agenda está bien entre semana, para cumplir con las obligaciones y responsabilidades. Pero llegado el sábado y el domingo lo mejor es improvisar, que todos en la familia digan lo que les apetece y decidir finalmente.
Todos ayudan
Muchos padres no encuentran el tiempo para descansar en fin de semana porque las labores del hogar se han acumulado. Es algo lógico si se tiene en cuenta que una persona no puede abarcarlo todo. A lo largo de la semana todos en el hogar tienen que aportar su granito de arena en la medida de lo posible para que en sábado y domingo toque descansar.
Los niños pueden ayudar manteniendo recogido su cuarto todos los días, recogiendo la mesa, ayudando a sus padres en la cocina, barriendo, etc. Esto hará que el reparto de tareas permita que en sábado y domingo no quede nada pendiente y la actividad decidida se lleve todo el tiempo de estas jornadas de descanso.
Damián Montero
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