El teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes fue puesto en marcha en 1994 y, desde entonces, «no ha dejado de sonar». Tanto es así, que esta ONG dedicada a ayudar a niños y adolescentes en cualquier tipo de riesgo recibe una media de mil llamadas diarias, principalmente de niños que sufren algún tipo de violencia.
Según explicó a principios de mes el director de programas de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros Barrado, desde la puesta en marcha del teléfono se han recibido más de 3,5 millones de llamadas, de las que 360.000 peticiones de ayuda fueron en 2014.
Teléfono de ayuda a niños en riesgo
Los principales motivos que han llevado a los niños españoles a marcar el 900 20 20 10, que no deja huella en la factura, han sido el maltrato psicológico (10-15 por ciento de las llamadas) y casos de abusos sexuales (seis por ciento), un porcentaje que se mantiene constante y que no ha mejorado a lo largo de los años.
Ballesteros, que compadeció ante la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales en el Senado, explicó que en 2014 se recibieron cerca de 2.000 llamadas por violencia de género, de las que más de 200 fueron de menores que recibían malos tratos de su pareja.
Pero no sólo eso, el nueve por ciento de las llamadas recibidas han sido de casos de violencia de los jóvenes hacia sus padres. Así por ejemplo, Ballesteros citó el caso de una madre que llamaba porque su hijo le había propinado una paliza.
Nuevas tecnologías y autolesiones
El representante de ANAR también relató los casos de violencia derivados del uso de nuevas tecnologías, como el acoso escolar, el sexting (compartir fotos de carácter sexual a través del móvil) o el grooming (cuando un adulto intenta establecer relaciones con un menor a través de Internet).
Por otro lado, también alertó de un problema que va en aumento: las autolesiones. Según dijo, en 2014 recibieron 176 llamadas de jóvenes que se autolesionaban para aliviar la tensión psicológica de sus problemas.
Ante este panorama, la ONG tiene previsto poner en marcha otra vía más de comunicación con los menores: un chat o aplicación de mensajería para que los jóvenes puedan contactar con ellos con aún mayor facilidad.
Ángela R. Bonachera
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