Volver a la rutina tras las vacaciones no es tarea fácil. Por ello, es común que, en las primeras semanas en las que nos incorporamos a la jornada laboral, padezcamos de ciertos problemas a la hora de conciliar el sueño. Para facilitarnos la tarea, se ha demostrado que el consumo de ciertos alimentos nos ayuda a promover un mejor descanso.
Dormir bien tiene un gran efecto sobre la sensación de bienestar a lo largo del todo el día, de ahí que la nutrición tenga un papel fundamental en lo bien que dormimos, señala Kristin Kirpatrick, del Instituto Wellness de la Clínica Cleveland.
Comer es una necesidad básica que está asociada con la serotonina, una hormona clave que ayuda a promover un sueño saludable. Por ello, consumir ciertos alimentos ayuda a conseguir un sueño reparador al aumentar los niveles de dicha hormona.
Alimentos que ayudan a conciliar el sueño
La especialista en dietas y bienestar de la Clínica Cleveland señala algunos ejemplos de alimentos y nutrientes que nos ayudan a conciliar el sueño de la mejor manera:
– Proteínas magras. En éstas incluimos el queso bajo en grasas, pavo, pollo y pescado. Estos alimentos son altos en aminoácidos triptófanos, lo que se traduce en el fomento del aumento de serotonina que mejora la calidad del sueño al consumirlos.
Por otro lado, los quesos con alto contenido de grasas, las alitas de pollo o el pescado muy frito se deben evitar en nuestras comidas, ya que estos alimentos tardan más en digerirse, lo que nos puede mantener despiertos más horas.
– Hidratos de carbono complejos. Los productos integrales, como el pan, cereales, pasta y galletas saladas e integrales como el arroz integral, proporciona hidratos de carbono complejos que ayudan a fomentar el sueño.
– Grasas que cuidan al corazón. Las grasas insaturadas también mejoran los niveles de serotonina. Los cacahuetes, las almendras, las nueces, anacardos y pistachos son algunos ejemplos.
En cambio, aquellos alimentos con grasas saturadas o grasas trans, como las patatas fritas y otros aperitivos altos en grasas, tienden a disminuir los niveles de serotonina y empobrecen la calidad del sueño.
– Bebidas. Un buen vaso templado de leche o una infusión de hierbas relajantes, como la manzanilla o el poleo, ayudan a promover el sueño.
Sin embargo, si ya padecemos problemas a la hora de dormir, se recomienda tomar la última bebida con cafeína a las dos de la tarde para no verse afectado nuestro sueño a la noche.
– Hierbas aromáticas. La salvia y la albahaca contienen componentes químicos que reducen la tensión y promueven un efecto calmante sobre el organismo.
Noelia de Santiago Monteserín