La titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Santander ha condenado a un joven de 21 años de edad que agredió a sus padres con los que discutió porque no permitieron que su novia pasara la noche en el domicilio familiar.
La sentencia condena en concreto al agresor, Julián R.F., nacido en octubre del año 1990, a once meses de prisión por un delito de violencia doméstica de maltrato físico y prohibición de acercarse a su madre por un periodo de dos años, a la que además deberá indemnizar con 90 euros, y al pago de una multa por el mismo importe como autor de una falta de lesiones, y prohibición de acercarse durante seis meses a su padre al que deberá indemnizar con 120 euros.
Los hechos que han dado lugar a la condena, en la que se ha aplicado la agravante de reincidencia, ocurrieron sobre las 2,15 horas del 22 de diciembre del año 2011, cuando el inculpado se personó en el domicilio familiar, situado en Santander, donde convivía con sus padres.
El joven, que ya había sido condenado en el año 2010 por dos delitos de violencia doméstica y de género, lesiones y maltrato familiar a la pena, entre otras, de 8 meses de prisión, comenzó una discusión con sus progenitores ya que estos no consintieron que la novia de aquél pernoctase en la casa.
En el curso de la discusión, el procesado forcejeó con su padre, empujándole y tirándole contra la mesa del comedor, y además empujó y dio una patada en el pecho a su madre, que sufrieron lesiones que precisaron de asistencia facultativa.
La sentencia no aplica la atenuante derivada del consumo de bebidas alcohólicas, aunque ambos progenitores indicaran que en el momento de los hechos su hijo estaba algo bebido.
Y ello porque el imputado ni tan siquiera invocó el consumo alcohólico en el curso de las actuaciones previas, y porque, en todo caso, además del mero dato de la ingesta alcohólica, es preciso un efecto psíquico o afectación sobre las facultades volitivas e intelectivas del sujeto, que tampoco consta concurriera en este caso, señala la sentencia