La mayoría de nosotros tenemos un perfil creado en las redes sociales, interactuamos con los demás, mandamos información, subimos fotos… pero ¿tenemos en cuenta los riesgos de estos comportamientos? ¿Sabemos el daño que nos puede hacer un caso de acoso en redes sociales? ¿Conocemos cómo sobrevivir al ciberbullying? Todos hemos oído algún caso de abuso, acoso, maltrato a otras personas, pero ¿qué podemos hacer?
Las nuevas tecnologías forman parte de nuestras vidas, se han convertido en una herramienta esencial para el desarrollo personal, utilizamos los móviles, tabletas, ordenadores… a todas horas y en cualquier circunstancia, pues estas herramientas bien utilizadas pueden servirnos de mucha ayuda. Sin embargo, existen riesgos, la mala utilización de estas tecnologías pueden tener repercusiones muy negativas en la vida y el desarrollo de las personas.
¿Qué es el ciberacoso?
El verbo acosar hace referencia a una acción que implica insistir en una situación que resulta molesta para la persona. El ciberacoso consiste en utilizar las nuevas tecnologías como el ordenador o el teléfono móvil para acosar, avergonzar, molestar, humillar y causar daño a otra persona. Por lo general, el ciberacoso no es un comportamiento aislado, sino que suele ir acompañado de acoso tradicional, es decir, con contacto directo, este puede ser el caso de un adolescente que es acosado en el colegio y luego en casa recibe un WhatAapp con insultos o amenazas.
El ciberacoso tiene muchas repercusiones a nivel psicológico para quien lo sufre, estar recibiendo continuamente mensajes amenazantes, saber que la información se extiende rápidamente sin poder controlarla ni eliminarla hacen que sea complicado escapar. Todo esto acaba minando a la persona que cae en una situación de indefensión y puede terminar sufriendo depresión, ansiedad, estrés, baja autoestima*lo que repercutirá en su rendimiento académico, laboral, familiar y social, creando un desequilibrio en el bienestar personal.
Características del ciberacoso
Como cualquier tipo de violencia, el ciberacoso tiene sus propias características, conocerlas nos puede ayudar a identificar situaciones de acoso y nos ayuda a poder ponerles solución.
1. Anonimato. Las redes sociales permiten acceder a las demás personas sin necesidad de una identificación real, la posibilidad de crear perfiles falsos complica saber con certeza de quien proviene el acoso.
2. Manipulación. Los acosadores tienen la intención de dañar la reputación de la víctima y para ello pueden publicar información falsa sobre las víctimas además de poner a más gente en contra suya e implicar a terceros en el acoso.
3. Repetición. Los ataques no son incidentes aislados, sino que se repiten día tras día de forma indefinida.
4. Implica conductas agresivas. Implica acciones negativas como humillar, amenazar, insultar*que no son deseadas ni provocadas por la víctima.
Acoso en redes sociales: guía para sobrevivir
Sufrir ciberacoso o cualquier otro tipo de acoso produce un desequilibrio del bienestar personal y emocional en la persona que lo padece. A continuación se proponen algunas iniciativas que podemos poner en marcha para reducir y poner fin al ciberacoso.
1. Ignorar el primer mensaje, cuando recibimos por primera vez un mensaje amenazador no debemos reenviarlo ni responder, simplemente bloquea el contacto.
2. Lleva un registro de todas las llamadas, mensajes, mails… que has ido recibiendo, te servirán como prueba de que estas siendo acosado.
3. Nunca respondas a las provocaciones. Contestar a las amenazas puede ser tentador pero únicamente nos servirá para motivar a quien nos está acosando. Mantén la calma y no actúes de forma impulsiva en ningún caso.
4. Pide ayuda, denuncia el acoso y busca ayuda de algún familiar que te pueda ayudar a orientar el tema, que te ayude a buscar soluciones y ponerlas en marcha.
Rocío Navarro. Psicóloga. Directora de Psicolari, psicología integral
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