La Navidad es una época para pasar en familia y con muchas opciones para disfrutar en casa. Sin embargo, tampoco se puede negar el estrés que se puede generar en esta época del año. Las compras de última hora, los compromisos, o una difícil conciliación de aquellos padres que deben seguir trabajando mientras sus hijos están de vacaciones durante estas fechas.
Tal y como indica el equipo de ITAE Psicología muchas personas pueden verse en una espiral de estrés donde los excesos, expectativas y el creer que no se pueden cumplir con los deseos de los más pequeños, hagan que el clima en el hogar sea el propicio para que se produzca el conflicto y las discusiones. Por ello, es necesario afrontar esta ansiedad y no dejarse arrastrar por el lado más amargo de la Navidad.
Cómo reducir el estrés de la Navidad
Estos son algunos consejos para que la familia pueda lidiar con el posible estrés de estas fiestas y vivirlas de forma agradable y tranquila:
– Separar problemas reales de imaginarias y eliminar los últimos. Por ejemplo, no encontrar los ingredientes para la comida pensada es una situación que puede resolverse pensando en un menú alternativo.
– Evitar los desastres económicos. Hay que hacer un plan de compras, no dejar nada a la improvisación.
– No quedarse en casa y evitar el sedentarismo. Estar entre cuatro paredes no ayuda a rebajar el estrés. Si se siente que la ansiedad empieza a apoderarse de la convivencia, un paseo para rebajar tensión es una gran ayuda.
– Descansar. Las compras, viajes en familia, encuentros con conocidos… todos ellos pueden hacer que no se descanse lo suficiente. Los padres deben velar porque existan momentos de relax y para compartir en familia.
Y, en especial, durante estas fechas:
– Hacer los preparativos con antelación. Por ejemplo, tener claro el menú en fechas como Nochebuena y Nochevieja, así como la compra de regalos.
– Contener los caprichos de tus hijos. No hay que permitir que la carta a los Reyes Magos se convierta en un foco de estrés, los niños deben saber que no pueden pedirlo todo.
– Comer con moderación y no hacer que la comida termine por convertirse en una respuesta al estrés.
Damián Montero
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