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Más de la mitad de las mujeres españolas tienen su primer hijo pasados los 30 años

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Las españolas, las que más retrasan la maternidad de la Unión Europea.

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La natalidad se ha convertido en uno de los asuntos más preocupantes en los últimos años dentro de muchos países del mundo. No solo porque el número de hijos que nacen casi no garanticen el relevo generacional, sino porque la decisión de postergar la llegada de un niño hace que muchas mujeres alumbren pasados los 30 años. Algo que incrementa la posibilidad de problemas antes, durante y después del embarazo.

Una situación provocada por la inestabilidad laboral, la dificultad para encontrar un primer empleo y los efectos de la crisis económica. Un ejemplo evidente de este contexto es España, donde un gran número de mujeres tienen su primer hijo al sobrepasar los 30 años. Así lo demuestran los últimos datos del Eurostat donde se indica que este país es el que peor tasa de fertilidad tiene en todo el continente.

Alejados de la media europea

En España más de la mitad de las mujeres deciden tener su primer hijo al traspasar los 30 años. De hecho, el 60% de las primerizas tienen entre 30 y 39 años. Este país también destaca por contar con el mayor porcentaje de madres que traen su primer hijo al mundo a partir de los 40 años, un 6,6% en total.

La decisión de posponer la maternidad también hace que España tenga el índice de fertilidad más bajo de Europa. En concreto, las mujeres de este país, de media tienen 1,34 hijos mientras que la media del continente es de 1,6%. Un dato que se aleja todavía más de las naciones que lideran esta lista: Francia (1,92), Suiza (1,85) e Irlanda (1,81), superando ampliamente esta ponderación.

De esta forma, el 50,3% de los niños nacidos en 2016 eran el primer hijo de la mujer, dato que también supera la media de la Unión Europea que queda en un 46,2%. En un 38,2% era el segundo niño que llegaba a este hogar, en un 8,7% el tercer y tan solo en un 2,8% era el cuarto o posterior. Una tendencia que muestra el declive del modelo de familia numerosa en los últimos tiempos.

Embarazo a partir de los 30

Postergar la decisión de ser madre tiene consecuencias para la mujer. Tanto a nivel físico como en la estructura familiar, estos son algunos de los resultados de afrontar el reto de la maternidad a partir de los 30 años:

Menos fertilidad. A partir de los 30 años la fertilidad de la mujer se reduce, la ovulación tiene una menor frecuencia y aparecen problemas como la endometriosis. Todo esto se traduce en una mayor dificultad para quedar embarazada.

Problemas para el bebé. A partir de los 30 años se incrementa la posibilidad de que el niño nazca con determinados problemas. Un ejemplo es el incremento de posibilidades de Síndrome de Down.

Mayor posibilidad de cesárea. Traspasada la treintena se incrementa la posibilidad de cesárea. Un parto que aunque es seguro al contar con la presencia de médicos, no deja de ser una intervención quirúrgica que conlleva riesgos.

Menor posibilidad de relevo generacional. Las familias que posponen la decisión de ser padres por primera vez lo hacen todavía más con los segundos hijos, lo que ya implica una reducción de opciones a que exista un relevo generacional en el hogar.

Damián Montero

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