La lucha contra el acoso escolar es algo que incube a todos los entes de la sociedad, desde los ciudadanos de a pie, pasando por los estudiantes y hasta llegar a los poderes gubernamentales. De hecho desde el Ministerio de Educación se puso en marcha un teléfono para poder denunciar estos casos y poner en marcha la maquinaria para luchar contra esta situación.
Pero, ¿quiénes son los que más utilizan esta herramienta para luchar contra el acoso? Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación más de la mitad de las llamadas recibidas por este teléfono fueron realizadas por madres de niños víctimas de esta situación. Unos resultados que llegan después de los primeros seis meses de funcionamiento de esta herramienta y que han sido presentados en el I Congreso Estatal de Convivencia Escolar en Sigüenza.
Escasas denuncias de las víctimas
El Ministerio de Educación señala que 6 de cada 10 llamadas al teléfono contra el acoso son realizadas por madres de víctimas. Esto se traduce en un 61% de las 15.000 recibidas por este organismo. Unos datos que se contraponen al uso que realizan los niños que sufren estos casos en su día a día, quienes parecen sentir todavía miedo de poner en conocimiento de las autoridades su situación.
Sólo un 4% del total de las llamadas fueron realizadas por víctimas de acoso escolar. Junto con estos datos, también se han mencionado los problemas que muchas veces se presentan para las personas que atienden este teléfono, la primera de ellas crear un ambiente de conversación con el interlocutor. Algo que los responsables de este servicio consideran muy difícil.
Según Alcalá BC, empresa encargada de gestionar este servicio, la mayoría de las personas que llaman a este teléfono se presentan nerviosas y doloridas. Además, la cantidad de preguntas que se debe realizar para recabar información hacen que esta conversación se transforme en un interrogatorio para la persona que se encuentra al otro lado de la línea.
El perfil de la víctima
Los datos que expone el Ministerio de Educación también han servido para trazar un perfil de la víctima en función de los datos recabados por quienes llaman y la información que aportan. En un 54% de los casos suelen ser menores de entre 11 y 13 años pertenecientes a una familia de clase media. Quienes padecen esta situación suelen mostrar más confianza en sus profesores que en sus padres a la hora de contar su problema.
El perfil del acosador también suele situarse entre los 11 y los 13 años, aunque en este caso son los niños quienes más hostigan a las víctimas ya que sólo un 18% de estos son de sexo femenino. En este punto, desde el Ministerio de Educación se pide tanto a colegios como a familias participar de forma conjunta para luchar contra el bullying atendiendo a la situación de los menores, tanto en el colegio como en casa.
Estas son algunas señales que pueden indicar que un niño es víctima de acoso:
– Cambios muy claros en la conducta y sin explicación aparente.
– Habitualmente pone excusas para evitar el colegio o al instituto.
– Disminución del apetito-
– Constante estado de tristeza: miradas perdidas, aislamiento, el niño se vuelve más introvertido.
– Pide ir acompañado al colegio y trata de posponer el momento de entrar al aula.
– Presenta problemas para conciliar el sueño.
Damián Montero
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