Tras el estallido de la guerra en Ucrania, millones de familias se han visto obligadas a huir de sus hogares y a desplazarse a otras ciudades y países cercanos. Este éxodo se ha visto agravado por las duras condiciones del invierno, que pueden poner en peligro la subsistencia de los niños y niñas, la población más vulnerable, debido a la hipotermia, la pobreza y la falta de alimentos.
Ayudar a la infancia es una prioridad en este momento del conflicto y también es el objetivo de Aldeas Infantiles SOS, una organización de atención directa a la infancia, que en los últimos días lucha por contribuir al bienestar de los 7,5 millones de niños y niñas ucranianos atrapados en medio de la guerra.
El Consejo de Naciones Unidas estima que el éxodo dará lugar a 8 millones de refugiados, de los cuales 4,3 son particularmente vulnerables. Por el momento, ya son más de 2 millones los ucranianos que han huido a países vecinos, aunque las cifras aumentan exponencialmente hora tras hora.
Los países vecinos están facilitando el acceso de estas personas, en el caso de Moldavia y Eslovaquia se está permitiendo el paso a ciudadanos ucranianos sin pasaporte, y su solidaridad hacia ellos se ha centrado en proporcionales transporte, albergues, artículos de primera necesidad y asistencia médica. Más de 1,2 millones han huido a Polonia; más de 191.000 a Hungría; más de 82.000 a Moldavia; 83.000 a Rumania; más de 140.000 a Eslovaquia; decenas de miles a otros países europeos; y un número sin determinar a Rusia también.
Proteger a la infancia: solidaridad para los menores en riesgo
En este contexto y según avanza el conflicto, hay que proteger a la infancia ya que los niños y niñas ucranianos están profundamente traumatizados por la violencia a su alrededor y por la pérdida de sus rutinas y condiciones de vida. Los daños en la infraestructura civil han destruido miles de hogares y más de 750 escuelas. El conflicto bélico, además de poner a los menores en riesgo, ha interrumpido la educación de toda la población en edad escolar, de manera que 5,7 millones de niños, niñas y adolescentes que tienen entre 3 y 17 años ya no pueden continuar con sus estudios porque los centros educativos se han cerrado a nivel nacional.
Ante la demanda de apoyo para las familias que necesitan ayuda urgente, Aldeas Infantiles SOS ha puesto en marcha un Programa de Respuesta a Emergencias en Ucrania cuyo objetivo es prevenir la separación familiar durante los desplazamientos y dar refugio, alimentos, productos de higiene y apoyo psicológico a las familias y a todos los niños y niñas que lo necesiten. Aldeas Infantiles trabaja en Ucrania desde 2003, y esta experiencia de casi 20 años en el país le ha permitido actuar con agilidad y flexibilidad, velando siempre por la protección de la infancia y la unión de las familias.
Aldeas Infantiles SOS ha abierto un fondo de emergencia para ayudar a los niños y niñas ucranianos: ES79 0049 0001 5321 1003 3332.
El objetivo es proteger a las familias ucranianas ayudándolas en su reubicación y abasteciéndolas de bienes de primera necesidad y al mismo tiempo atender a los niños y niñas,especialmente los no acompañados para protegerlos en un entorno seguro y ayudarles a identificar a sus familias para lograr su reunificación.
La ONG de atención directa a la infancia alerta de que si las hostilidades aumentan y se prolongan en el tiempo otras personas vulnerables también estarán en riesgo. Es el caso de las personas mayores, las que padecen algún tipo de discapacidad, las mujeres que encabezan en solitario sus hogares… Todos ellos están más expuestos a riesgos asociados al conflicto como la violencia de género, la explotación sexual y la trata de personas, y especialmente los menores en riesgo de ser víctimas de abuso y violencia, así como de padecer estrés y traumas psicosociales.
Marina Berrio
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