Las nuevas tecnologías llegaron hace años a nuestras vidas y no tienen intención de irse. Ordenadores, tablets y especialmente, smartphones, son artículos cada vez más comunes en los hogares y un instrumento empleado para múltiples funciones. Desde buscar información para un trabajo escolar o hacer una videollamada con un pariente, esos dispositivos se han instaurado ya.
Muestra de cómo cada vez más las nuevas tecnologías aparecen en el día a día, es el cada vez mayor número de smartphones que hay en España. De hecho, según los datos del informe realizado por Google y Kantar TNS, estos terminales se han duplicado en los últimos años, especialmente entre los sectores más jóvenes de la población.
Herramienta necesaria
No solo ha aumentado el número de smartphones en España, también lo ha hecho la importancia que estos tienen en la vida de las personas que lo usan. Este estudio destaca que entre los menores de 25 años, estos dispositivos se han convertido en una herramienta casi fundamental y que se emplea habitualmente para estos fines:
– El 93% de los menores de 25 años acceden diariamente a distintos motores de búsqueda desde sus smartphones.
– El 29% busca información sobre determinados productos que pretende comprar y el 2% adquiere dichos artículos a través de sus smartphones.
– Un 83% de los jóvenes de estas edades recurre a su smartphone para ver vídeos online al menos una vez por semana.
– El 65% de la población de esta edad los emplea a modo de despertador y el 64% mira la hora en estos terminales al despertarse. Una de las cifras más altas de toda Europa, únicamente superada por Reino Unido.
Peligro de adicción
Los smartphones se han convertido en una herramienta muy habitual entre los jóvenes españoles. Sin embargo, por mucho que faciliten sus vidas, su uso en exceso puede derivar en una dependencia de estos terminales. Un abuso que termina por generar comportamientos patológicos en los adolescentes como la pérdida de memoria que provoca el consumo de alcohol.
Un smartphone no es un instrumento tan simple como pueda parecer que sólo sirve para hacer llamadas y mandar mensajes. Puede tener graves consecuencias en el desarrollo del niño, por este motivo hay que estar muy seguro a la hora de comprarlo. Estos son algunos consejos para decidir si se debe dar al niño o no:
– Necesidad del smartphone. Puede que en determinadas circunstancias sea necesario tener un primer teléfono móvil. Muchos padres se sienten más seguros si sus hijos se pueden comunicar con ellos, por ejemplo, porque recorren solos largas distancias para asistir a clase o practican algún deporte en horas tardías. Pero si no hay una necesidad real, debemos frenar el impulso del deseo tanto tiempo como sea posible.
– Todo el grupo lo tiene. El problema que se nos plantea como padres es que los smartphones son los nuevos sistemas de comunicación de nuestros hijos con su entorno. Tendremos que valorar en qué punto puede ser más perjudicial para ellos mantenerlos apartados de su grupo de iguales que evitar que accedan a las redes.
– Madurez personal. Uno de los indicadores que nos permitirá comprobar en qué momento nuestros hijos pueden disponer de un teléfono será el grado de madurez personal. Necesitamos asegurarnos de que han alcanzado esa madurez porque, una vez que tengan el dispositivo en la mano, ya no habrá forma de ponerle puertas al campo. De modo que tendremos que haberlos capacitado para el pensamiento crítico que les permita elegir lo bueno y desechar lo malo.
Damián Montero
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