Muchas son las fechas especiales en el calendario. Desde los cumpleaños de la familia hasta otras jornadas marcadas como la Navidad o aniversarios, en el caso de las parejas. Otro ejemplo es el 12 de agosto, fecha en la que se celebra el Día Mundial de la Juventud, un punto en el almanaque que busca recordar los 1.800 millones de jóvenes que viven en el mundo.
Una fecha que en este 2018 se enfoca en «Ciudades seguras y espacios públicos seguros«. Un recuerdo de la importancia que tiene para este sector de la población contar con unas zonas donde poder desarrollarse sin ningún tipo de problema y sin verse afectado por peligros.
Origen de este día
¿Desde cuándo se celebra el Día Mundial de la Juventud? Fue en 1999 cuando la Asamblea General de la ONU decidió que el 12 de agosto fuera una jornada de celebración anual donde promover el papel de los jóvenes como socios esenciales en los procesos de cambio y crear una oportunidad para generar conciencia sobre los desafíos y problemas a los que estos se enfrentan.
Esta importancia se explica por la presencia de 1800 millones de jóvenes entre los 10 y 24 años de edad. Es la población juvenil más grande de la historia, sin embargo esta etapa fundamental en el desarrollo de toda persona se convierte en un momento muy duro para muchas personas de esta edad.
Por este motivo, en este 2018, el Día Mundial de la Juventud se centra en el reclamo de espacios seguros. En la actualidad los jóvenes ocupan su tiempo en entornos que no se ajustan a la idea de civismo, que les den la oportunidad de participar en deportes y otras actividades de ocio en su comunidad.
Además este reclamo de espacios seguros también se centra en los entornos digitales que donde puedan interactuar sin riesgos con otras personas y eviten problemas como podrían ser el ciberbullying o el grooming. La idea que se propone es la de un contexto que refuerce el respeto y la autoestima.
Juventud y desarrollo
La juventud es un momento crucial en el desarrollo de toda persona. En estos años el individuo pasa de la infancia a ser un adulto. Por este motivo es importante transmitir buenos valores en esta etapa para formarlos. Desde la Obra Social de la Caixa se indican los siguientes:
– Autonomía. Como se ha dicho la juventud es la etapa en la que el niño se prepara a ser adulto. Por este motivo, inculcar el valor de la autonomía y a valerse por ellos mismos es muy importante.
– Razonar y diálogo. Para la gestión de problemas de forma adulta siempre es mejor emplear la razón en lugar de dejarse llevar por las emociones.
– El valor del dinero. Ser adulto también significa gestionar la economía familiar. Enseñar el valor del dinero ayudará a que los más pequeños puedan manejarse en este terreno.
– Respeto y tolerancia. Ser adulto supone integrarse en una comunidad heterogénea en donde el respeto al resto y la tolerancia son importantes para una buena convivencia.
– La importancia de la familia. La juventud supone el alejamiento de la familia. Los adolescentes empiezan a ganar autonomía. Recordar la importancia de este núcleo para apoyarse en los momentos difíciles es vital.
Damián Montero
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