Se acaban las vacaciones, no solo para los más pequeños de la casa. Los padres también tienen que decir adiós a estos momentos de descanso y ponerse a los mandos del hogar otra vez. Además, vuelven los madrugones para acudir al trabajo. Reencontrarse con todas estas obligaciones puede hacer que el estrés llame a la puerta y haga recordar las jornadas pasadas, repletas de diversión y planes de ocio.
Y es que el síndrome postvacacional es uno de los visitantes más molestos tras el verano. Sin embargo, existen muchas técnicas para evitarlo, desde comenzar a adaptarse a estas rutinas antes de que comiencen, dedicando los últimos días de verano a readaptarse, hasta el deporte. La actividad física es una gran idea para todos aquellos que tengan que afrontar el final de su descanso estival y el inicio de esta etapa.
Reactivar el cuerpo
El primer beneficio a destacar del deporte contra el síndrome postvacacional es que reactiva el cuerpo. Durante las vacaciones muchas han sido las horas de inactividad y pocas las dedicadas a estas prácticas. Aprovechar los días previos a retomar el trabajo para ponerse en marcha es una excelente idea. De esta forma la sensación de vaguedad será menor y será mucho más fácil ponerse a los mandos de tantas obligaciones.
Además, tal y como afirman desde el Centro de Psicología Santiago Cid, el deporte ayuda a aclimatarse a la actividad tras el verano. Aunque estas prácticas nada tienen que ver con el trabajo o la ocupación laboral a desempeñar, supone poner a trabajar el organismo y a acostumbrarlo a cierto ritmo.
El deporte también ayudará a readaptarse a los madrugones. Aunque el verano esté terminando, las altas temperaturas hacen que las actividades tengan que desarrollarse a primera hora de la mañana, o al final del día (opción más difícil dadas las obligaciones dentro del hogar). Una buena forma de reincorporase a este calendario y a los horarios que dentro de no mucho serán habituales.
Reducción del estrés
El deporte es una de las mejores herramientas contra el estrés. Practicar estas actividades hace que las personas se de evadan de sus problemas y reduzcan su carga mental. Algo que también puede aplicarse al regreso al trabajo y a las sensaciones que produce readaptarse de nuevo al ambiente laboral mientras se echa de menos a las vacaciones.
Además, durante la práctica deportiva se favorece la producción de endorfinas. Algo que contribuye a iniciar los primeros días de trabajo con una sonrisa en la boca, en lugar de la tristeza que supone recordar que no hace mucho se estaba disfrutando de un largo descanso. Siempre es mejor comenzar estas situaciones con felicidad y no con un rostro triste.
Damián Montero
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