Categorías:

Deborah García Bello: «Para ser más sostenibles y ecológicos necesitamos la química»

Tabla de contenidos

Deborah García Bello es química, escritora, investigadora y divulgadora científica. Su rostro es popular por participar en los programas «Óbita Laika» de Televisión Española y en «Aquelando» de Televisión de Galicia. También tiene una sección de ciencia semanal en Radio Galega y es autora de la columna semanal de La Sexta «Ciencia aparte».

Actualmente trabaja como investigadora en el Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas CICA de la Universidad de La Coruña y es profesora del máster de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco y la Universidad de Navarra. Deborah García Bello ha sido galardonada por su labor científica con los premios ClosinGap, Embajadores CICA, Bitácoras, Tesla, Única y Aneabe, entre otros, y ha sido elegida por la revista Forbes como una de las personas más influyentes en comunicación científica.

Se toma en serio su faceta como divulgadora con su blog Dimetilsulfuro y es muy activa en redes sociales como demuestra el éxito de su cuenta de Instagram (@deborahciencia) donde suma más de 300.000 seguidores. Hoy nos descubre La química de lo bello, porque «todas las bellezas cotidianas nos pasan desapercibidas».

Empezamos hablando un poquito de ti. Has sido profesora de Ciencias en Secundaria, en Bachillerato y en algunos ciclos formativos. ¿Cómo crees que has influido en tus alumnos para que amaran las ciencias desde tu faceta como divulgadora, como bloguera y youtuber?
Bueno, pues creo que enseñando la química en sí. La química es una forma de describir el mundo que es muy precisa, elegante y bella, pero eso hay que hacerlo notar, porque es una forma de describir el mundo. En realidad, no es tan diferente a lo puede hacer la poesía, entonces cuando das esta perspectiva de la ciencia, en concreto de la química, creo que se percibe de una manera un poco más sofisticada e incluso también un poco más cercana, porque la química está en absolutamente todo lo que nos rodea desde las cosas más cotidianas hasta incluso en el arte.

¿Qué fue lo que te marcó para estudiar química y entender esta ciencia como algo cotidiano para que haya formado parte de tu vida de una manera tan intensa?
Lo que me marcó para estudiar química fue un profesor porque yo iba por letras y pensaba que estudiaría Filología hispánica porque me gustaba mucho escribir, de hecho me sigue gustando, me gustaba mucho la poesía…, pero llegó un profesor a mi colegio, José Luis Sanz, que daba todas las asignaturas de ciencias, y también Química porque él es químico. Entonces la forma que tenía de ver la química y de explicar las cosas a través de la química se corresponde mucho a cómo ahora yo divulgo la química y cómo la enseño.

Me enseñó que la química es una forma de describir el mundo que es muy elegante, muy precisa, que atiende a las bellezas.

Es algo que se asemeja en realidad a una poesía, una suerte de poesía concreta en la que cada palabra está en un lugar muy concreto para hacer notar algo, para sugerir alguna idea y en la química encontré eso, que es una forma de describir la realidad, y fue gracias al profesor Josélu.

¿Qué crees que necesita el mundo científico para hacerlo más cercano y accesible especialmente para las nuevas generaciones?
Creo que lo que necesita es más divulgación y que esté más presente en la educación y en el sistema educativo, porque es cierto que por ejemplo no se da Química hasta tercero de la ESO y además se empieza a dar con formulación, y esto de estudiarte las valencias e intercambiar números, parece que la química consiste en resolver sudokus y es algo completamente ajeno a nuestra vida. Creo que se debería cambiar la forma en la que se explica para acercar la química a los alumnos, haciéndolo de una forma mucho más amena, más cercana, para poder ver que está en todas las cosas que nos rodean.

¿Qué recomendarías a un científico para ser un buen divulgador?
Para que un científico sea un buen divulgador, lo primero tiene ser es un buen científico, porque para hablar de algo tienes que saber mucho sobre ese algo y después tener dotes comunicativas, que es algo con lo que se puede nacer, pero que se puede trabajar y por último, tener muy medido el pulso a la sociedad, es decir, saber qué es lo que sabe la gente y para eso hay que relacionarse con gente de todo tipo, ya que los científicos tendemos a relacionarnos entre nosotros y hablar en nuestro propio lenguaje. Sin embargo, es fundamental hablar mucho con gente de otras disciplinas para saber qué es lo que a la gente le interesa y qué es lo que sabe y lo que no sabe, porque nunca nadie se va a ofender cuando explicas algo que ya saben, pero cuando explicas algo a un nivel que no se entiende, ahí ya has fallado.

Hay muchos fenómenos que se dan en la naturaleza gracias a la interacción de los elementos, ¿es una realidad que químico y natural no son antónimos?
Químico y natural no son antónimos, de hecho, la química es una disciplina que estudia de qué están hechas las cosas y como unas cosas se transforman en otras, de hecho es una disciplina que lo que estudia es en sí misma la naturaleza. Lo que pasa es que sí que se suele utilizar en el lenguaje coloquial esta dicotomía entre artificial y natural y cambiamos la palabra artificial por química, pero la química está en la composición de mi piel, en la composición del aire, en el verde de las hojas, en absolutamente todo, entonces es algo que tenemos que contar muy bien: la química forma parte de la naturaleza, es la naturaleza.

Precisamente por lo que estás comentando, ¿crees la química no está reñida con la ecología?
Para ser más sostenibles o más ecológicos la química juega un papel fundamental, de hecho podemos hacer cosas de forma mucho más sostenible gracias a que, a lo mejor no tenemos que intervenir en la naturaleza y extraer tantos materiales de la naturaleza porque sabemos cómo crearlos de forma más eficiente o sostenible en un laboratorio. Cada vez los procesos químicos se hacen de una forma muchísimo más sostenible, incluso también a nivel industrial.

Para mí la química es progreso y bienestar, y dentro de esa ecuación de progreso y bienestar está el hacer las cosas de una forma más ecológica. 

¿Hacia dónde va el futuro de la química, nos va a proporcionar en el futuro un planeta más sostenible?
Creo que la química nos va a proporcionar un futuro muchísimo más sostenible. Ya lo vemos en la actualidad, un montón de procesos que hacíamos antes que a lo mejor eran un poco más contaminantes, cada vez los hacemos mejor. Y me gusta poner el ejemplo de los paneles solares que normalmente asociamos a una forma de obtener energía que es limpia, pero claro en realidad si nos vamos a 10 años atrás los paneles solares antes apenas aprovechaban la luz del sol que llegaba. Ahora mismo aprovechan en torno al 50 por ciento de la energía del sol y la transforma en energía útil. Si seguimos haciendo investigación en ciencia básica llegaremos a sacar mucha más energía para que sea mucho más rentable toda esa energía que sale del sol. Pero hay más cosas, por ejemplo ahora se habla mucho de economía circular que quiere decir que los residuos se transformen de nuevo en recursos y eso muchas veces es gracias a la química. Por ejemplo, los plásticos que son fundamentales en el ámbito sanitario, porque necesitamos plásticos en medicina, pues imaginaos que todos se puedan volver a reciclar, a convertir otra vez en materias primas y luego en objetos útiles. ¡Pues eso ya es una realidad hoy en día gracias a la química!

¿Qué es la belleza en la ciencia?
Es una pregunta que en realidad no tiene una respuesta clara, pero sí que es cierto que en ciencia la belleza es un criterio de verdad, tenemos ecuaciones que describen fenómenos físicos, reacciones químicas que describen fenómenos químicos y las valoramos en función de su belleza, es decir, cuanto más simples más ordenadas… parece que se acercan más a la verdad, que son más ciertas, entonces la belleza forma parte fundamental de la ciencia porque nos ayuda también a definir que es la verdad en ciencia.

¿Qué es la verdad en el arte?
Aquí en realidad hay tres cosas que son o mismo, esto ya lo decían los antiguos filósofos griegos: belleza, verdad y bondad son consustanciales. Algo solo es bello si también es bueno y si también es verdadero y esto lo encontramos de una forma de plástica intuitiva reflejado en el arte. Belleza, verdad y bondad son consustanciales.

¿Dónde convergen ciencia y arte?
Ciencia y arte convergen para mí en dos puntos clave y es que evolucionan de forma paralela. Ciertos descubrimientos científicos y tecnológicos han condicionado al arte y ciertas demandas de los artistas han condicionado que haya ciertas investigaciones en arte, se me ocurre por ejemplo la invención de la fotografía. La fotografía en realidad supuso un final para los pintores: ahora qué vamos a pintar si ya hay una técnica que representa de forma fidedigna la realidad y al final la fotografía se integró como forma de arte y los pintores no dejaron de pintar y en gran medida gracias a la fotografía surgió el impresionismo. A los pintores ya no les interesaba tanto pintar el objeto sino la luz de los objetos y como éste podría poner muchos ejemplos. Y la otra línea de investigación que hago es que la cultura científica nos permite entender los mensajes ocultos en las obras de arte a través de sus materiales porque los artistas, sobre todo a partir del siglo XX, utilizan materiales con un criterio de significado como símbolos, no simboliza lo mismo una escultura de bronce que una de piedra, que una de madera… entonces en todos esos materiales hay un simbolismo que podemos leer gracias a la ciencia.

Hablamos ahora de la química de los colores, ¿de dónde vienen los pigmentos que dan color al arte?
Para saber un poco más sobre la química de los colores es muy interesante aprender un poco la historia de algunos pigmentos. Los pigmentos son las sustancias quedan color a las pinturas. Antiguamente, nuestros ancestros hacían la mayor parte de los pigmentos con las piedras de colores que tenían a su alrededor: las molían, luego las mezclaban con agua o con una cera o con un aceite y así fabricaban las pinturas con las que hacían las pinturas rupestres. Pero realmente la pintura, en la actualidad, no ha cambiado tanto. Ahora tenemos técnicas un poco más sofisticadas para hacer esas pinturas y no tener que estar pulverizando piedras, pero todas empezaron así. Por ejemplo, yo empecé a investigar esto de los colores estudiando el azul ultra mar. Resulta que el pigmento azul ultra mar fue todo un enigma porque era un pigmento extraño que se extraía de una piedra muy valiosa que es el lapislázuli. La mayor parte de los yacimientos del lapislázuli estaban en Afganistán y tardaba en llegar a Europa porque el lapislázuli venía de más allá del mar y por eso a ese pigmento se le llamó azul ultra mar. Por tanto, era carísimo, incluso llegó a ser más caro que el oro, por eso los artistas hacían truques con otras cosas, incluso con sus cuadros, a cambio de pigmento para conseguir pintar con ese con ese azul ultra mar. Hoy en día ya podemos hacer los colores de forma sintética en el laboratorio exactamente igual que lo hace la naturaleza y así resultan ya un poco más asequibles. De modo, que ya podéis ir a una tienda de pigmentos y pinturas a conseguir ese famoso azul ultra mar.

¿Por qué el color oro también se consideró un enigma?
El color del oro se consideró durante mucho tiempo un enigma para la ciencia porque no se sabía por qué tenía ese color dorado. En realidad, no se supo describir de forma química hasta que no tuvimos conocimientos de relatividad, es decir, de cosas como mucho más complejas para entender que el oro es un elemento químico que está lleno de electrones que están tan pegados entre sí, que se comportan de forma un poco extraña y gracias a eso tiene ese color dorado tan característico. En arte se utiliza para representar muchísimas cosas, pero como es un metal tan raro y escaso, el poco que hay es muy valioso. Por eso, se usa para representar lo divino y lo lujoso.

¿Cómo explicar que el papel envejece y se vuelve amarillo?
El papel blanco envejece, se vuelve amarillo y quebradizo, lo típico de los libros viejos que hasta tienen un olor característico, debido a un proceso químico parecido al de nuestra piel ya que muchas reacciones químicas son exactamente las mismas. Para hacer papel, una de las cosas que utilizamos es la celulosa que extraemos de las maderas de los árboles y para quitarle ese color a madera, ese color marrón ocre que tiene y que se debe a un compuesto que se llama lignina, tenemos que eliminar la mayor parte de la lignina y oxidarla, es decir, transformarla en otra cosa. Pero siempre quedan restos en esa pasta de papel y por muy poca que sea esa lignina tiende a volver a la forma de la que vino y entonces vuelve a recuperar ese color de la madera y de ahí viene el origen de que el papel cuando se hace viejo se vuelve amarillo.

La química ha avanzado mucho en el campo de la cosmética, ¿cuál crees que ha sido la mayor innovación de la última década?
Hemos avanzado mucho en el estudio químico de las capas de la piel. Pero, lo más innovador que tenemos ahora es que nuestra piel además está formada por todo un ecosistema de microorganismos. En nuestra piel tenemos bacterias y virus que son fundamentales para su mantenerla sana y ahora sabemos que algunas patologías, cuando sale alguna rojez, un granito… este tipo de cosas tienen que ver con los desequilibrios de esos microorganismos. Entonces lo más puntero que se está haciendo ahora en cosmética es estudiar compuestos que hagan que esos microorganismos, que ese ecosistema se comporte de forma adecuada y se restaure el equilibrio.

Marisol Nuevo Espín

Te puede interesar: 

 El cuidado del medio ambiente empieza en casa

 Aprender a cuidar el medio ambiente y valorar la naturaleza

Ideas para utilizar los colores en ambientes infantiles

Otros artículos interesantes