La Cuaresma es un tiempo de preparación y reflexión que nos ayuda a vivir mejor la Pascua. Sin embargo, para los más pequeños, puede ser un concepto abstracto y difícil de entender. Por eso, en este artículo, te damos las claves para que puedas explicárselo de una manera sencilla.
“Cuaresma” viene de “cuarenta días»
El nombre «Cuaresma» viene de la palabra «cuarenta». Son los cuarenta días antes de la Semana Santa, en el que nos preparamos espiritualmente para la Pascua. Recordamos los días que pasó Jesús en el desierto en oración, y de esta manera, reflexionamos sobre nuestra propia vida y nos acercamos más a Dios.
El miércoles de ceniza es la llamada a la conversión
Este día, en la misa, se nos impone una cruz de ceniza en la frente mientras escuchamos las palabras: «Conviértete y cree en el Evangelio». La ceniza nos recuerda que somos polvo y en polvo nos convertiremos.
Este miércoles es un día de ayuno y abstinencia
El Miércoles de Ceniza es un día especial en el que se practica el ayuno (no comer) y la abstinencia (no comer carne). Estos pequeños sacrificios nos ayudan a preparar nuestro corazón para vivir mejor la Pascua.
Los niños no tienen que hacer ayuno, pero pueden hacerlo de otras formas
Los más pequeños no están obligados a ayunar de comida, pero sí pueden hacerlo de otras maneras. Por ejemplo, pueden hacer el esfuerzo de ser más amables, evitar palabras groseras, ayudar más en casa o dejar de lado la pereza.
El ayuno también puede ser de cosas que nos cuestan
El ayuno no se limita a la comida. Podemos apartar las cosas que nos distraen o nos alejan de lo importante: bajar el uso del móvil, evitar los dulces, ver menos la televisión o luchar contra la procrastinación. Cada uno sabe qué le cuesta más y puede ofrecerlo como un pequeño sacrificio.
Los viernes recordamos el sufrimiento de Jesús
Durante la Cuaresma, los viernes son días especiales en los que recordamos la Pasión de Cristo. Por eso, no comemos carne como un signo de sacrificio y respeto. Si esto es difícil, podemos cambiarlo y hacer otro tipo de renuncias o esfuerzos.
La Cuaresma es un tiempo de limosna y generosidad
Se trata de tender la mano a los demás y de ayudarlos a compartir la experiencia del Amor incondicional de Dios. Pero no sólo en términos de dinero, sino también en tiempo y dedicación a los demás, como el ser más solidarios, ayudar a quienes lo necesitan y desapegarnos de lo material.
La Cuaresma es tiempo de recogimiento y oración
Podemos aprovechar estos días para hablar con Dios en familia, darle gracias, repasar cada noche qué hemos hecho bien y mal y pedirle ayuda para mejorar.