Las rebajas son una oportunidad única para conseguir productos necesarios a un precio menor y más asequible para todas las familias. No hace mucho, había que esperar a enero o al verano para poder hacer frente a estas reducciones de precio. Pero en la actualidad, otras fechas del año son escenario de estos descensos en el coste de los artículos.
Un ejemplo es el Black Friday, un evento que se ha importado desde Estados Unidos y durante el que diversos comercios rebajan el precio de sus artículos. No es de extrañar que muchas familias aprovechen para hacerse con aquellos productos que necesitan, o incluso para adelantar algunas compras de regalos de cara a la Navidad (dada la proximidad de fechas). Sin embargo, hay que tener ojo, porque como dice el viejo refrán «lo barato puede salir caro».
¿Existe el descuento en Black Friday?
Tal y como advierten desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el primer paso antes de comprar en el Black Friday es comprobar si existe o no algún tipo de descuento. Según los datos de esta organización, en 2016 los precios de más de 1.600 productos de diverso tipo (electrónica, electrodomésticos, neumáticos…) aparentaban tener una rebaja, pero en realidad no es así y apenas un 13% de los productos bajaron su precio, y en la media de productos se detecta una subida de precio que ronda el 2%.
Más reciente, en 2018, se analizaron más de 15.000 precios diarios desde un mes antes para comprobar si realmente había ofertas en ese día, o si en realidad no podían considerarse tal. En esta ocasión OCU comprobó que el 37% de los productos que monitorizamos habían bajado su precio, mientras que un 22% estaban más caros en el Black Friday que un mes antes de esa fecha y otros no habían variado su precio.
Esta es la primera recomendación de OCU: revisar los precios. Durante las semanas previas al inicio de las rebajas, las familias deben revisar cuál es el coste de aquellos productos en los que están interesados. De esta forma, llegado el Black Friday, podrán reconocer si ha habido descenso o un incremento previo para terminar pagando lo mismo (o incluso más en algunos casos).
Consejos para el Black Friday
Desde OCU también se brindan varios consejos que sirven para asegurar un Black Friday de provecho y que no termine por generar gasto en lugar de asegurar un respiro económico a la familia:
– Comparar es ahorrar. Seguramente varios comercios ofrezcan el mismo producto, ¿pero todos al mismo precio? Puede que en alguno se encuentre una mayor rebaja que en otros casos.
– Revisar que junto al precio rebajado aparece el original o el porcentaje de rebaja. Si esta comparación no se muestra, por mucho que digan, es muy posible que no esté rebajado.
– Informarse de la política de pago, cambios y devoluciones de la tienda. El producto debe ofrecer facilidades para su reemplazo (o reembolso del dinero) en el caso de que sea defectuoso.
– Si hay algún cambio en la política del establecimiento durante la campaña de Black Friday deben avisar de ello.
– Si la compra es por Internet, recordar que se tienen 14 días para devolver el producto si no te convence.
– Tener en cuenta que las tiendas físicas no están obligados a cambiar el producto, salvo que esté defectuoso.
– Aquellos que compren por internet la mejor opción es pagar con tarjeta o Paypal y evita las transferencias.
– Conservar el tique o la factura, es la prueba para cualquier reclamación.
– Los derechos no se rebajan, el producto que comprado debe tener la misma calidad y contar con la misma garantía que si se adquiriera fuera del periodo promocional.
Damián Montero
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