Una de las formas más terribles de envejecer es contraer el mal de Alzhéimer. Perder poco a poco los recuerdos que han marcado una vida y convertirse de nuevo en una persona dependiente de la familia es algo bastante serio. Por eso, conocer que se está empezando a tener algunos de esos síntomas es bastante importante para comenzar a actuar contra este tipo de demencia.
Ahora, un grupo de investigadores de la Escuela Lewis Katz de Medicina, perteneciente la Universidad de Temple de Filadelfia ha encontrado uno de los síntomas más tempranos del Alzhéimer. Una bajada en los niveles de glucosa de las personas podría ser la señal más temprana de este tipo de demencia según este grupo de expertos.
Deterioro cognitivo leve
Los investigadores han realizado este estudio en base a las informaciones obtenidas en base a las tomografías realizadas por emisión de positrones. Estas han permitido detectar los cambios que experimentan los pacientes de Alzhéimer mientras atraviesan esta enfermedad. Por primera vez estas especialidades han tratado de detectar los cambios sutiles en estos órganos de las personas.
Uno de los que fueron detectados en primer lugar fue la disminución de los niveles de glucosa en la zona del hipocampo. Esta zona del cerebro juega un importante papel en el en el procesamiento y el almacenamiento de recuerdos. La pérdida de memoria podría relacionarse con este descenso ya que falta el alimento que se necesitan para asegurar la supervivencia de estas células.
Con la muerte de las células por este descenso de la glucosa en el hipocampo, comienza el deterioro en el almacenamiento de recuerdos que termina por desencadenar en el Alzhéimer. Este trabajo también ha dado pie al inicio de nuevos tratamientos contra este tipo de demencia.
Tratamientos relacionados con la proteína p 38 que haría que las neuronas activasen un mecanismo de defensa ante el avance del deterioro del hipocampo. Una terapia muy interesante que podría incluso evitar que se alcancen los niveles más avanzados del mal de Alzhéimer.
Prevenir el Alzhéimer
Mientras la investigación sobre el Alzhéimer sigue adelante, hay que tratar de prevenir esta enfermedad por todos los medios posibles. Estas son algunas herramientas eficaces para ella:
1. Sueño. Debemos mantener una rutina de sueño con una cantidad de sueño de aproximadamente 7-8 horas. Es importante evaluar y tratar los trastornos del sueño subyacentes, como el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño porque se han relacionado los trastornos del sueño con deterioro cognitivo en adultos mayores.
2. Ejercicio físico. Hay que incluir el ejercicio aeróbico en nuestra rutina, lo que equivale a caminar enérgicamente durante 40 minutos 3 veces a la semana. La actividad física es beneficiosa para un envejecimiento en salud. Puede también ayudar a mantener una buena función cognitiva en el anciano. Hay evidencia a favor de que la actividad física aeróbica que mejora la salud cardiorrespiratoria es beneficiosa para la función cognitiva de los adultos mayores.
3. Estimulación cognitiva. Ejercitar el cerebro es una parte fundamental de la vida de una persona y es algo de lo que también podemos disfrutar. Debe formar parte de un estilo de vida saludable de la misma forma que lo hace el ejercicio físico. Tampoco hay que olvidar las actividades sociales, las aficiones, las actividades de ocio… forman una parte principal de ese estilo de vida.
4. Control de los factores de riesgo vascular. No debemos olvidar en ningún momento una cuestión fundamental para la disminución del riesgo de demencia, como es el control de lo que denominamos «factores de riesgo vascular»: hipertensión arterial, diabetes mellitus, hipercolesterolemia. Aunque una persona no presente ninguno de estos problemas, debemos vigilar la tensión arterial, la glucemia y el colesterol con nuestro médico de Atención Primaria. Asimismo, el consumo de tabaco es otro factor de riesgo de demencia que podemos modificar, dado que eleva casi al doble la probabilidad de presentar una Enfermedad de Alzheimer.
Damián Montero
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