Desde hace algún tiempo la natalidad se ha convertido en un problema de toda la sociedad. Los nacimientos han descendido y las defunciones han aumentado, algo que se traduce en un crecimiento negativo de la población. Un invierno demográfico que no hace sino empeorar con el paso del tiempo, así lo recogen los datos provisionales de la Estadística del Movimiento Natural de la Población que elabora el Instituto Nacional de Estadística, INE.
El primer semestre de este 2018 ha vuelto a registrar un descenso del número de nacimientos. Lo que unido al número de defunciones ha terminado por significar un saldo negativo de población durante esta primera mitad de año. Un punto al que también hay que sumar la bajada de los matrimonios, con las consecuencias que eso supone para la sociedad.
179.794 nacimientos
Los datos del INE indican que el número de nacimientos en 2018 fue de 179.794, es decir, un 5,8% menos que los registrados durante la primera mitad de 2017. Una tendencia a la baja que lleva repitiéndose en los últimos años y que sólo experimentó un leve repunte durante el 2014.
Si los nacimientos han descendido, las defunciones han aumentado hasta las 226.384 en este primer semestre de 2018, un 2,1% más que en el mismo periodo de 2017. Dato que se traduce como el más alto de los últimos 7 años. Toda esta situación se traduce en un crecimiento vegetativo negativo de la población, o lo que es lo mismo, la sociedad española perdió a 46.590 personas de enero a junio de este curso.
Por comunidades autónomas sólo las Islas Baleares, la comunidad de Murcia y la Comunidad Autónoma de Madrid, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, experimentaron un crecimiento en la población. Por el contrario, los saldos vegetativos más negativos se dieron en Galicia (-9.135 personas), Castilla y León (-7.857) y la Comunidad Valenciana (-5.959).
Como mejorar la natalidad
Esta situación no hace sino confirmar la tendencia a la baja de la natalidad en España. Con el aumento de los nacimientos, el saldo vegetativo de la población pasaría a ser positivo. Con este fin, desde Foro de la Familia se brindan varios consejos con los que revertir la situación.
La primera de estas medidas pasaría por sensibilizar a la población y a los líderes sociales de la magnitud del problema que afecta a la sociedad en su conjunto pero también a la vida personal. Las pensiones podrían verse resentidas si no se revierte la situación y las nuevas generaciones aseguran este sistema. Esto pasaría por crear un «clima favorable para la maternidad» al brindar facilidades a aquellas parejas que se animen a tener hijos.
Otra medida sería dar prioridad al problema la importancia que se merece y, desde las instituciones gubernamentales, estudiar la cuestión y las posibles soluciones, con. Por último también habría que revisar la situación laboral de muchas familias y permitir que la conciliación sea posible en muchos hogares, sin temor a que solicitar las bajas por maternidad y paternidad supongan un peligro para los puestos de sus progenitores.
Damián Montero
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