La correcta evolución del embarazo depende de múltiples factores: la salud de la madre, el peso y la alimentación, el estado emocional, el deporte Concretamente la presencia del deporte durante el embarazo es considerada por los especialistas como determinante para que la evolución del embarazo y la preparación para el parto sean los adecuados.
Pero existen ciertas reglas a la hora de hablar de ejercicio en las embarazadas. Aunque las mujeres en estado pueden hacer prácticamente cualquier tipo de actividad deportiva, existen algunas que se aconseja no realizar, atendiendo sobre todo a la fase del embarazo en la que se encuentren.
Ventajas del deporte en el embarazo
Estos son los beneficios que tiene hacer deporte durante la gestación:
– La práctica de ejercicio físico mejora la condición cardiovascular y muscular.
– Evita un aumento de peso excesivo, que mejora la condición física de la mujer para enfrentarse al embarazo y al parto con menos riesgo.
– Disminuye las molestias digestivas y el estreñimiento.
– Mejora el bienestar psicológico y reduce la ansiedad, la depresión y el insomnio.
– Mejora la tensión arterial y previene de la diabetes gestacional.
– Acorta el tiempo de hospitalización y las posibilidades de cesárea.
– Garantiza una recuperación e incorporación a la vida normal más rápida.
¿Qué actividades son buenas y cuáles se deben evitar?
Aquí podrás encontrar algunas actividades que pueden ser beneficiosas para el embarazo y otras que pueden ser perjudiciales, aunque la prescripción de ejercicio físico deberá ser regulada e individualizada por un médico especialista.
Normalmente, lo más recomendable para las embarazadas es caminar, nadar, ciclismo o maquinas elípticas y pesas de intensidad media. Se pueden hacer actividades de tipo aeróbico realizados a una intensidad moderada, el running es de intensidad media-alta, y que no supongan un empleo de más del 70% del volumen máximo de oxígeno de la gestante.
Es muy importante que el ejercicio se haga de forma regular y continuada y que se practique con la ropa y calzado adecuado. Hay que prestar atención a que la superficie no resbale y que sea la adecuada y contar en todo momento con agua u otro tipo de líquido.
Hay que evitar los deportes de contacto y aquellos que se realicen en superficies duras y peligrosas como voleibol, baloncesto o salto. Tampoco son aconsejables los deportes que impliquen un excesivo trabajo de la musculatura abdominal, la gimnasia aeróbica y de aparatos y deportes como esquí, patinaje y los de raqueta salvo que se hagan en sesiones cortas.
Marisol Nuevo Espín
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