La adicción a los videojuegos se ha convertido en un tema muy comentado en este inicio de 2018 después de que la Organización Mundial de la Salud, OMS, anunciase que en este año dicha dependencia pasaría a ser considerada una enfermedad mental. Una advertencia para vigilar algunos comportamientos en los jóvenes que recurren a esta forma de ocio digital.
Ahora toca preguntarse, ¿cuántas personas están en riesgo de desarrollar esta adicción? ¿Cuáles son los síntomas de que se está gestando dicha dependencia? Desde la Sociedad Española de Patología Dual, SEPD, se ofrece una estimación y según los datos de los profesionales un 10% de los usuarios de videojuegos terminarán por presentar estos comportamientos.
Factores de riesgo
Lo primero que se aclara desde SEPD es que no todos los usuarios de videojuegos son adictos. Esta forma de ocio digital impacta de forma negativa sólo cuando se aprecia una alteración en la vida escolar, social y familiar. Así lo explica el doctor Néstor Szerman, jefe de los Servicios de Salud Mental Retiro, del Hospital Universitario Gregorio Marañon y presidente fundador de la SEPD.
Se estima que un 10% de las personas expuestas al uso de videojuegos desarrollará problemas de adicción. En este punto hay que tener en cuenta los factores de riesgo de cada persona para poder trabajar en su prevención. Estos jóvenes presentan una mayor vulnerabilidad a estas situaciones y a terminar presentando la dependencia a esta forma de ocio digital.
Elementos como el aislamiento social o antecedentes en la familia de otras adicciones tienen que ser vigilados ya que pueden desembocar en esta adicción hacia los videojuegos. Desde SEPD también consideran interesante esta propuesta de incluir la adicción a los videojuegos como nueva enfermedad mental es un interesante debate ya que permite en el futuro abrir nuevas líneas de investigación para prevenir estos comportamientos.
Comportamientos del adicto
La mejor forma de prevenir la adicción a los videojuegos es detectarla desde sus inicios para poder trabajar en este sentido. Estas son algunas de las señales que la OMS destaca en este sentido:
– Falta de control sobre el juego. La persona no es capaz de controlar su conducta con el videojuego y no puede poner límites al tiempo que invierte en estas actividades ni a las veces que lo hace durante el día o la semana.
– Total prioridad sobre los videojuegos. Los videojuegos pasan a estar por encima de otros intereses vitales y rutinas del día a día como las tareas domésticas o prácticas deportivas.
– Caso omiso de las consecuencias negativas. La persona aun sabiendo las repercusiones o las consecuencias que pueda tener sobre su vida, continuará jugando.
Damián Montero
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