El final de la infancia y toda la adolescencia están marcados por la importancia clave de las amistades. El grupo de iguales se convierten en referencia absoluta para los hijos y tienen un papel fundamental en el proceso de socialización.
Pero no siempre nos gustan los amigos de nuestros hijos. Y sin embargo, estamos en una etapa en la que ya no podemos organizar su vida, solo utilizar algunos trucos para saber algo más, estar más tranquilos y dar alternativas valiosas para que tengan otras opciones si todo falla.
Abre las puertas de tu casa, aunque sea un jaleo
Así los conoces y tienes información de primera mano. Además, se establece un vínculo de confianza que tus hijos agradecen.
Ofrécete para traerlos y llevarlos en coche
Como se ponen a hablar detrás y se olvidan de que estamos ahí, nos enteramos de mucha información relevante.
Si no te gustan unos amigos, ofrece alternativas para que puedan cambiarlos
A veces están atrapados en un grupo de amigos que ni a ellos les gustan pero los mantienen por no quedarse solos. Si tienen plan b, es más fácil que cambien.
Fomenta que tengan amigos en diferentes ámbitos para que elijan
Aunque tengan sus mejores amigos, es bueno que se abran a distintas opciones en el colegio, el barrio, la parroquia o las extraescolares.
No les prohíbas categóricamente ir con alguien porque lo harán a escondidas
Mejor interésate por esa persona más complicada y comprueba hasta dónde llegan tus hijos que, a lo mejor, solo intentan ayudar.