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Planes útiles para el horrible viaje en coche

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Te traemos algunas ideas para no caer presa del pánico al primer «Mamá, ¿cuándo llegamos?» pronunciado sólo unos kilómetros después de salir de casa. Ideas para todas las edades más allá de la tecnología.

1. Una película en la tablet. En esta revista somos defensores de un uso con criterio de la tecnología, moderado, con límite de horas, con control parental y mucho pensamiento crítico. Un viaje largo en coche puede ser una de las ocasiones en las que la tecnología está justificada. Si vamos a pasar por este aro, mejor películas que dejarles jugar. El juego fomenta los comportamientos adictivos y no así el consumo de películas. No hay muchos «adictos al cine». Además, si seleccionamos bien el contenido, dado que están en el coche y no hay muchas opciones para elegir, podremos aprovechar lo que vean para sacar después temas que nos puedan interesar. Si no tienes el típico dispositivo para colocar la tablet en los reposacabezas, una opción muy buena es meterlo en una bolsa de plástico de las de congelados y atravesar el borde de la bolsa con los hierros del reposacabezas. Así, de paso, no se mancha.

2. El tradicional Veo Veo. Utilísimo para rellenar horas de viaje. Ahora no es tan sencillo como en nuestra infancia, cuando atravesábamos todos los pueblos por las carreteras nacionales, pero aún hay muchas oportunidades de desarrollar su inteligencia buscando objetos, recordando cómo se escriben, dando pistas, diciendo ideas, algunas descabelladas, y todo ello para pasar un buen rato. Además, nos permiten explicar muchas cosas de los objetos elegidos que no siempre saben, de modo que además de amenizar el viaje, estarán aprendiendo.

3. Cantar en voz alta. Si volvemos a nuestra infancia de cintas de cassette, es curioso como todos recordamos la música del coche. Quizá eran las canciones de nuestros padres, quizá las nuestras. Las tenemos memorizadas en algún lugar profundo de nuestro cerebro. Cantar en voz alta, todos juntos, es un buen entretenimiento que desestresa, fomenta la memoria y ayuda a desarrollar las habilidades musicales de los niños. Se pueden ir intercalando canciones y hacer turnos de peticiones del oyente.

4. Sumar matrículas y enlazar palabras. Grandes clásicos de las matemáticas y de la lengua. La suma de matrículas es muy sencilla y se puede hacer desde muy temprano. La podemos complicar tanto como queramos. También podemos jugar a enlazar palabras coordinando la primera y última sílaba. Pasarán muchas horas antes de que se den cuenta de que dromedario es muy complicada.

5. Buscar coches de colores o marcas iguales. Una manera de tenerlos atentos a la carretera y que el tiempo se les pase más rápido es que tiene que avisar el primero que vea por su lado dos coches del mismo color o de la misma marca juntos. Eso evitará que se mareen, porque van mirando hacia afuera. Y además van a aprender mucho de coches, marcas y modelos. Este juego también lo podemos utilizar cuando vamos andando a algún sitio.

6. Jugar a las cartas. Cuando van siendo más mayores y si no se marean mucho, hay juegos de cartas sencillos que admiten un viaje en coche. Podemos recurrir a los tradicionales y también al socorrido Uno que no requiere mucho esfuerzo. Hay algunos juegos de mesa que tienen base metálica y fichas con imán. También pueden ser una buena solución para paliar un rato el aburrimiento pero normalmente sólo pueden jugar de dos en dos.

7. Un rato para charlar. El coche es un buen lugar para hablar con los hijos. Estamos atrapados en un lugar pequeño y ahora los motores están tan bien insonorizados que hablar con los de atrás no es un problema incluso en las furgonetas. Salen muchos temas y podemos aprender mucho de lo que pasa por sus cabezas. Además, seguro que hay ocasiones para compartir unas buenas risas.

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