Enseñar a los niños a compartir es una de las lecciones más valiosas que podemos impartir como padres, maestros y cuidadores. Compartir no solo es una habilidad social fundamental, sino también una forma de cultivar la empatía, la generosidad y la cooperación en los más pequeños.
¿Por qué compartir ‘mola’?
Hay una serie de poderosas razones por las que es importante enseñar a los niños a compartir, sobre todo, una vez que han atravesado la etapa de los 2 años donde es natural que sientan que «todo es mío».
1. Desarrollo de habilidades sociales
Compartir ayuda a los niños a interactuar positivamente con sus compañeros, lo que es esencial para el desarrollo de relaciones saludables y duraderas.
2. Fomento de la empatía
Al compartir, los niños aprenden a ponerse en el lugar del otro, comprendiendo y respetando los sentimientos y necesidades de los demás.
3. Resolución de conflictos
Enseñar a los niños a compartir les ayuda a desarrollar estrategias para resolver disputas de manera pacífica y constructiva.
4. Construcción de la generosidad
El acto de compartir promueve la generosidad y el altruismo, valores que contribuyen a una sociedad más justa y solidaria.
Estrategias para fomentar el compartir
Los niños aprenden observando a los adultos. Modelar el comportamiento compartiendo tus propias cosas y destacando cómo te hace sentir feliz hacerlo, es una poderosa lección.
Involucra a los niños en juegos y actividades que requieran cooperación y el uso compartido de materiales. Juegos de mesa, construcción de bloques y actividades artísticas en grupo son excelentes opciones.
Elogia y reconoce los esfuerzos de los niños cuando comparten. Un simple «¡Qué bien has compartido!» puede reforzar este comportamiento positivo.
Leer historias que destacan la importancia de compartir puede ayudar a los niños a comprender mejor este concepto. Libros como «El pez arcoíris» de Marcus Pfister y «A rainbow of friends» (El arcoiris de amigos) de P.K. Hallinan son excelentes recursos.
En casa o en el aula, ten espacios y materiales destinados a ser compartidos. Esto puede incluir juegos, libros y materiales de expresión artística.
Actividades divertidas para practicar el compartir
Días de intercambio de juguetes
Organiza días en los que los niños puedan llevar un juguete de casa para intercambiarlo temporalmente con un amigo. Esto no solo fomenta el compartir, sino también el aprecio por los juguetes de otros.
Proyectos en grupo
Asigna proyectos en los que los niños necesiten colaborar, como plantar un jardín, construir una maqueta o crear una obra de arte conjunta.
Cocinar juntos
Cocinar es una actividad que naturalmente implica compartir ingredientes y tareas. Prepara una receta sencilla con los niños, permitiendo que cada uno tenga un papel en el proceso.
El juego de la silla
Esta variación del juego clásico implica compartir una silla con un compañero cuando la música se detiene. Promueve el trabajo en equipo y la cooperación.
Enseñar a los niños a compartir es un regalo que les beneficia a lo largo de sus vidas. A través del modelado de comportamientos positivos, la creación de entornos cooperativos y la integración de actividades divertidas y educativas, podemos ayudar a nuestros hijos a comprender que compartir no solo es algo que se debe hacer, sino algo que verdaderamente «mola». Fomentar esta habilidad social desde una edad temprana crea una base sólida para una vida llena de empatía, generosidad y relaciones significativas.
Marisol Nuevo Espín
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