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La 5 palabras que más nos cuenta pronunciar en inglés

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Algunas de las palabras más difíciles de pronunciar en inglés para los españoles y los hispanohablantes son las más frecuentes y están entre las primeras que se aprenden. Spanish es una de las palabras en inglés que más nos cuesta pronunciar a los latinos y hello, walk, could o asked son otros de los vocablos que más se nos resisten.

El aprendizaje y la pronunciación de ciertas palabras en inglés pueden representar un reto considerable para los españoles e hispanohablantes por las diferencias fonéticas entre ambas lenguas. El British Council, la organización internacional del Reino Unido para las relaciones culturales y las oportunidades educativas, ha realizado un análisis detallado sobre las palabras en inglés que más nos cuesta pronunciar a los latinos.

De acuerdo con este análisis, ciertas palabras de la lengua de Shakespeare pueden representar un gran reto para nosotros debido a las diferencias fonéticas entre el inglés y el español.

Los expertos indican también que los acentos y las entonaciones propias de cada región de habla hispana hacen que no exista un número concreto de palabras representativas en inglés que suponga una mayor dificultad o un problema lingüístico para los hispanohablantes. «Si bien no existe un conjunto específico de palabras que sea universalmente representativo, las dificultades identificadas ofrecen un punto de partida para comprender mejor este fenómeno lingüístico», explica Elsa O’Brien López, profesora y coordinadora de Inclusión Educativa en el British Council.

Las 5 palabras inglesas que más nos cuesta pronunciar bien

Curiosamente, algunas de las palabras más difíciles de pronunciar son las más frecuentes y están entre las primeras que se aprenden en inglés:

1.  Spanish

Es, paradójicamente, una de las palabras más difíciles de pronunciar para hispanoparlantes. Se debe a que en el idioma español no existen palabras que empiecen por la combinación de consonantes -sp.

Por ello, para facilitar su pronunciación se tiende a añadir una -e al principio de la palabra. A medida que una persona de habla hispana progresa en su aprendizaje será capaz de establecer una conexión verbal con otras palabras, lo que permitirá disimular o superar esta dificultad. 

2. Hello, house, happy y otras palabras que empiezan por -h.

Dado que, en español, la letra ‘h’ a principio de una palabra es muda, a muchas personas cuyo idioma materno es el español, les cuesta pronunciar palabras que empiezan por esta letra en inglés. En la mayoría de los casos, se pronuncia como ‘j’ española. 

3. Walk, talk, would y could

Apesar del ejemplo anterior, las letras mudas son algo muy poco común en español. Por eso, cuando un hispanoparlante aprende inglés, a menudo tendrá la inercia de pronunciar los sonidos de las letras mudas que aparecen escritas.

En inglés, sin embargo, debido a su historia como lengua importadora de otras lenguas, y a cambios en la pronunciación que no se han actualizado en la escritura, nos encontramos con gran número de palabras con letras que no se pronuncian.

Intentar pronunciar todas las letras, no solo podría complicar la tarea, sino que además puede llevar a que una persona resulte ininteligible. Algunas palabras de uso diario en las que no se pronuncian una o varias letras son:

walk /’wo:k/, talk /’to:k/, would  /’wud/ y could /’kud/.

4.  Ship, live, hit

En español existen 5 sonidos vocálicos frente a los 20 aproximadamente del inglés. Esto lleva a que los hispanohablantes opten por la vocal en español que más se asemeja a la del inglés. No siempre supone un problema, pero algunas palabras como ship, live, hit, cuya ‘i’ es corta, podrían confundirse con otras palabras que sí se pronuncian con una ‘i’ larga / i:/, como sheep, leave y heat. 

5. Asked, worked, loved

Otra característica del inglés son los grupos de consonantes o clusters. La ausencia de estas palabras en español propicia la necesidad de buscar estrategias para pronunciarlas.

En algunas ocasiones, se procederá a incorporar una vocal entre las consonantes y, en otras, se prescindirá de pronunciar una de las consonantes. Aunque no es un error que pueda ocasionar dificultades en la comunicación, si dejamos de pronunciar -ed en verbos en pasado como /w3:kt/, /’lavd/, /»g:skt/, puede conducir a creer que estamos hablando del momento actual.

Aunque cometer algunos de estos errores de pronunciación puede, en ocasiones, llevar a malentendidos e interferir en una comunicación eficaz, la experta en fonología Jennifer Jenkins (2001) habla ya de la existencia de un inglés global, donde el papel fundamental de la pronunciación es el de hacerse entender por interlocutores de todo el mundo en una economía globalizada.

Jenkins y otros especialistas aconsejan centrarse en el aprendizaje de aquellos sonidos que son comunes entre el mayor número de angloparlantes, mientras que promulgan la aceptación de aquellos acentos que no interfieren en la comunicación y forman parte del acervo cultural de un hablante.

La desaparición del concepto ‘nativo’

Las conclusiones de Jennifer Jenkins están muy alineadas con las de la última investigación del British Council, The Future of English: Global Perspectives, donde se pone de manifiesto que el inglés es ya una herramienta de comunicación necesaria y no un idioma extranjero, puesto que está tan integrado en nuestro día a día que no puede considerarse como foráneo.

Por motivos similares, el concepto de un ‘acento nativo’ está siendo fuertemente cuestionado por expertos en todo el mundo. La perspectiva actual es que el inglés, como es la lengua más hablada en el mundo, ha pasado a pertenecer a sus hablantes y a enriquecerse de esta experiencia. En este sentido, la investigación del British Council señala que se ha producido un cambio gradual en los últimos años, abandonando el ideal de dominio ‘nativo’ hacia un enfoque más aplicado y contextualizado de la competencia lingüística.

No obstante, la aceptación de diferentes acentos que ha traído consigo la globalización, no resta relevancia al aprendizaje y la práctica de la pronunciación correcta en un idioma. La importancia de la pronunciación queda patente en el hecho de que ésta y, en concreto, la entonación, es una de las primeras áreas del lenguaje adquiridas por el ser humano.

Aprender idiomas desde bebé

Los bebés ya están prestando atención a la entonación desde la semana 26 del embarazo. A los pocos meses de nacer, son capaces de distinguir su idioma materno cuando son expuestos a los distintos patrones de entonación de varios idiomas.

La alta percepción de los bebés y niños pequeños a los distintos sonidos hace que hablemos de ‘periodos sensibles’ de aprendizaje de lenguas. Durante estos periodos, no solo se aprende un idioma de manera más rápida y fácil, siempre que se haga replicando un entorno natural, sino que, además, se conserva aún la habilidad de pronunciar un mayor rango de sonidos. Esto explica la razón por la que muchos padres optan ya por inscribir a sus bebés en clases de inglés antes de llegar a la escuela a los 6 años y los responsables de políticas lingüísticas apuestan por modelos educativos bilingües.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Elsa O’Brien López, profesora y coordinadora de Inclusión Educativa en el British Council.

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