El último análisis de la NASA ha confirmado que 2023 fue el año más cálido registrado en la Tierra y que las temperaturas globales estuvieron cerca del peligroso grado y medio del que se lleva hablando desde hace tiempo. Concretamente, la temperatura subió alrededor de 1,2 grados, lo que confirma lo que miles de personas experimentaron en todo el mundo, un calor extremo.
La Tierra está cambiando y la emergencia climática es una realidad innegable que se manifiesta a través de diversos fenómenos que afectan a comunidades enteras y amenazan la estabilidad de nuestro ecosistema global. Sin embargo, es esencial ir un paso más allá de esta crisis alarmante y comprender de cerca los efectos del cambio climático que residen en la vida cotidiana de las personas.
El cambio climático es un proceso gradual y complejo, que se manifiesta de manera tangible en forma de desastres naturales cada vez más frecuentes y devastadores. Las olas de calor abrasadoras, las inundaciones catastróficas y las sequías prolongadas se están convirtiendo en eventos comunes en diferentes partes del mundo. Estos fenómenos, lejos de ser meros caprichos de la naturaleza, son los resultados directos de décadas de actividad humana irresponsable que ha favorecido el calentamiento global y desequilibrado de los sistemas climáticos.
El cambio climático provoca un desplazamiento forzoso
© ACNUR- Tiksa Negeri
Uno de los aspectos más preocupantes de los efectos del cambio climático es su impacto negativo en las comunidades más vulnerables. Las personas que viven en zonas del planeta propensas a desastres naturales o en regiones afectadas por la escasez de recursos (agua, alimentos y recursos básicos) son las primeras en experimentar los efectos devastadores del cambio climático.
Movidas por el instinto de supervivencia, tras la pérdida de sus hogares y la escasez de alimentos y agua, 32,6 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse, y el 98% de estos desplazamientos fueron causados por peligros relacionados con el clima, según el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Internacional (IDMC en el año 2022). En la actualidad, se estima que 108 millones de personas precisan anualmente ayuda humanitaria a causa de los desastres naturales que provoca el cambio climático y esta cifra podría incrementarse en un 50 por ciento en solo 10 años, según las previsiones de la ONU.
Ante este panorama, las organizaciones humanitarias desempeñan un papel fundamental para proteger a las personas afectadas. Una de estas organizaciones es el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que entre sus funciones se encuentra brindar asistencia y protección a las personas desplazadas por desastres naturales y por los efectos del cambio climático.
Ayuda a quien más lo necesita
© ACNUR- Tiksa Negeri
ACNUR ha desarrollado políticas y programas destinados a minimizar su impacto en el medio ambiente, al tiempo que ha mejorado la vida de las personas refugiadas. Entre sus principales iniciativas en materia de medio ambiente se incluyen atender a los desplazados climáticos, socorrer a las víctimas de desastres naturales cuando los gobiernos afectados lo solicitan y reducir su impacto en el medio ambiente, además de impulsar proyectos de reforestación, promover el uso de energías renovables y de combustibles ecológicos, y fomentar el reciclaje y la conservación del entorno. En 1993 se creó el Comité Español de ACNUR que trabaja para sensibilizar y captar fondos para los proyectos humanitarios de ACNUR velando por la protección internacional de las personas desplazadas, refugiadas y solicitantes de asilo.
El cambio climático es una de las principales causas del desplazamiento forzoso en el mundo. La emergencia climática y los efectos del cambio climático representan una amenaza inminente para la humanidad y el planeta en su conjunto, pero no todos podemos hacerle frente de la misma manera. La respuesta a esta crisis requiere un enfoque integral que aborde la protección de las comunidades más vulnerables. Para lograrlo, ACNUR ha puesto en marcha su Estrategia Operativa de Resistencia al Cambio Climático y la Sostenibilidad Medioambiental 2022-2025, cuyo principal objetivo es hacer llegar la ayuda a las personas que más lo necesitan, estén donde estén, pero con el menor impacto posible.
Organizaciones como ACNUR desempeñan un papel fundamental en esta lucha, trabajando incansablemente para proporcionar ayuda y esperanza a aquellos que se ven afectados por los impactos cada vez más devastadores del cambio climático. Sin embargo, es imperativo que todos, como ciudadanos del mundo, nos unamos en este esfuerzo común para preservar nuestro hogar compartido y garantizar un planeta sostenible para las futuras generaciones.
Marina Berrio
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