Cuando la situación política se complica a nuestro alrededor, con protestas en las calles y un tono mucho más elevado y más presente en todas las conversaciones, conviene dar a nuestros hijos la información adecuada para su edad por dos motivos: que vayan completando su proceso de socialización y que no se sientan ajenos a las cuestiones que, saben, porque se dan cuenta, que preocupan mucho a sus padres.
El panorama político se complica. Ya no queda circunscrito al ámbito de los adultos a través de la prensa, sino que de pronto invade la calle, con manifestaciones, protestas, carteles, cortes de tráfico y algún altercado. Además, nuestros hijos perciben que el tono de conversación de los mayores ha cambiado. Se debate más que antes, de forma más acalorada y con más preocupación. Ellos no entienden lo que pasa, pero entienden que algo pasa. Y nos surge la duda de si debemos explicarles lo que ocurre o es mejor mantenerlos al margen y preservar su inocencia.
Beneficios de hablar a los niños de política según su edad
No hay recetas mágicas y, como siempre ocurre en educación, la respuesta depende en buena medida de la edad y la madurez de los niños y del entorno que los rodea. Pero hay algunos elementos que invitan a abordar la cuestión de hablar a los niños algo sobre la política, siempre adaptado a su nivel y con el cuidado necesario de no trasladarles nuestra angustia y, mucho menos, generar en ellos odio.
– El proceso de socialización
La familia, como célula primigenia de la sociedad, tienen el fundamental encargo de conducir a los menores desde su nacimiento a la etapa adulta. No es tarea sencilla, porque no solo nos corresponde garantizar la formación académica e inculcarles una serie de valores, sino que en ese camino también tenemos que enseñarles cómo desenvolverse en el mundo de los adultos que incluye, por supuesto, la política.
De lo contrario, el exceso de ingenunidad y el desconocimiento les llevará a no disponer de elementos suficientes para aplicarte el pensamiento crítico cunado les llegue el momento de opinar y pueden verse fácilmente arrastrados por las masas o manipulados por líderes de opinión. Así que es nuestro deber irles introduciendo poco a poco en ese camino. Cuando lleguen a la mayoría de edad tendrán que votar y necesitan disponer de los conocimientos previos y las herramientas de juicio necesarias para elegir.
– Las bases del pensamiento crítico
La única manera de desarrollar el pensamiento crítico, herramienta imprescindible en los tiempos de confrontación y de desinformación que vivimos, es entrenarlo desde la infancia. En los modelos de sociedad en los que nosotros crecimos, no era necesario introducir a los niños en el mundo de los adultos tan temprano porque su realidad les era ajena y era poco probable que les llegara, pero con la irrupción de las redes sociales, los niños y adolescentes tienen en su mano una poderosa y peligrosa ventana al mundo que obliga a sentar las bases del pensamiento crítico desde la más tierna infancia.
La clave para educar ese pensamiento crítico no es otra que debatir los temas que creamos adecuados, los que salten porque son noticia o porque conocemos un caso cercano, o porque han salido en una serie o una película. Debemos aprovechar cualquier situación para ir enseñándoles a preguntarse qué opinan de lo que ocurre, que aprendan a hacer valoraciones bien conformadas de la realidad. Y nosotros iremos desentrañando para ellos los conceptos de lo correcto y lo incorrecto.
– La aceptación en el mundo de los adultos
Para los niños y adolescentes, que sus padres los traten como adultos resulta un espectacular impulso a su confianza, un espaldarazo a su autoestima. Solemos apelar a que «ya son mayores» cuando los estamos amonestando por algo que no han hecho bien. Pero olvidamos muchas veces utilizar la idea de ser mayor como un premio, como un merecido reconocimiento. Aceptarlos en las conversaciones «de mayores» y hablar con ellos de temas tan complejos como la política y la economía, no solo les ayuda a comprender el mundo sino que les acerca a nosotros, se sienten valorados y acogidos, parte de una familia.
María Solano Altaba. Directora de la revista Hacer Familia y profesora de la Universidad CEU San Pablo.
Para saber más:
Estos libros van a ayudarte a profundizar en estos temas
Familias contracorriente, (Palabra), de David Isaacs, Mª Luisa Abril Martorell, Carolina Isaacs
Libertad y tolerancia en una sociedad plural (Palabra), de Alfonso Aguiló
La comunicación en la familia (Palabra), de Gloria Elena Franco
Cómo ser optimista ante la vida (Palabra), de Blanca Jordán de Urías
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