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Cómo saber si tu bebé tiene calor, o está deshidratado

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El calor y la deshidratación en bebés son dos factores a tener en cuenta durante el verano y de los que debes cuidar a tu hijos.

El calor y la deshidratación en bebés son dos factores a tener en cuenta durante el verano y de los que debes cuidar a tu hijos. – ISTOCK

El verano es sinónimo de altas temperaturas y enfrentarse a ellas es tan fácil como buscar el fresco llevando prendas más frescas, bebiendo agua o poniéndose en un lugar menos caluroso. Sin embargo, ¿qué sucede con los bebés? Los pequeños son totalmente dependientes de los padres y no pueden comunicarles su malestar por la subida del mercurio.

No queda otra, hay que estar atentos a los detalles para aprender a reconocer signos de calor o, peor aún, de deshidratación. Una manera de asegurarles su bienestar e impedir que su estado de salud se resienta por las altas temperaturas. Con el fin de evitar estos riesgos, desde Natalben se invita a conocer una serie de signos con los que reconocer en los pequeños la subida del mercurio.

Signos de que el bebé tiene calor

Los bebés tienen problemas a la hora de regular su temperatura corporal, por lo que suelen ser algo más frioleros. Pero eso no quiere decir que haya que abrigarlos en exceso (ni por supuesto dejarlos casi sin ropa buscando el frescor frente a las temperaturas). El mejor consejo para vestir a los pequeños durante el verano es que estos usen camisetas de algodón de manga corta.

Hay que tener en cuenta que los bebés regulan su temperatura sudando por la cabeza. Si se advierte esta característica humedad en dicha zona, está claro que los pequeños están pasando calor, aunque sus manos y pies parezcan fríos (hay que tener en cuenta que habitualmente estas extremidades se encuentran así). La piel es también uno de los «chivatos» que pueden indicar un malestar térmico.

Con la crecida del mercurio, algunos bebés pueden presentar brotes de dermatitis inflamatoria, por lo que en días de altas temperaturas es importante vestir a los pequeños con ropa ligera para evitar la retención del calor. Por último, otras señales que hay que revisar es la presencia de náuseas, calambres o respiración más rápida de lo normal.

Cómo detectar la deshidratación en tus bebés

La deshidratación se traduce en la pérdida excesiva de agua corporal por efecto del calor. Es uno de los mayores peligros para los bebés durante el verano y las subidas del mercurio. Por ello hay que evitar que pasen mucho tiempo en lugares de concentración térmica como el coche, o bajo una sombrilla de playa. Los efectos más habituales son un hundimiento en las fontanelas y los ojos, labios y piel resecos. En especial, si se pellizca la dermis y esta parece arrugada.

En estos casos es importante actuar y tomar medidas como las siguientes:

– Llevar urgentemente a los bebés a un centro médico, en donde los profesionales podrán ofrecer soluciones como la administración de suero oral.

– La prevención es la mejor medida, en especial huir de los sitios de calor y asegurarles una buena hidratación.

– Si el bebé se alimenta a pecho no es necesario darle líquido de más.

– En el caso de que el bebé que tome leche de fórmula, si el biberón se prepara respetando las cantidades de líquido y polvo indicadas por el fabricante tampoco suelen necesitar beber agua.

Damián Montero

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