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Neus Moya: «El pie de un niño sano tiene que ser gordito, plano y muy laxo»

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Neus Moya es podóloga infantil y especialista en calzado. Conocida en redes sociales por su cuenta en Instagram con casi 350.000 seguidores, acaba de publicar Pasito a Pasito (Planeta), un libro donde comparte sus conocimientos y experiencia con los padres bajo su lema «yo no doy consejos, doy información».

Su experiencia en la consulta le permitió identificar una preocupante falta de información en el ámbito de la podología infantil y por eso comenzó una valiosa labor de divulgación a través de las redes sociales. A través de sus publicaciones, Neus nos enseña a cuidar adecuadamente los pies de los más pequeños y orienta a los padres evitando preocupaciones en lo que respecta al desarrollo del pie y a las etapas de la marcha.

Además, aclara numerosas dudas sobre el calzado más adecuado para cada momento del crecimiento de los niños, mostrando cómo elegirlo de forma consciente y sin realizar grandes gastos porque el desarrollo de los piececitos del bebé, sus primeros pasos y la evolución de su marcha durante la infancia, tienen un impacto significativo en su crecimiento futuro.

Los primeros pasos del bebé: cuida sus pies

Cuando nacen, apenas cuidamos los pies de nuestro bebé excepto para cortarle las uñas. ¿Cuándo debemos comenzar a prestar atención al cuidado de los pies de nuestro bebé?
Siempre. Evidentemente, cuando son más pequeños básicamente solo necesitan un buen corte de las uñas, para cuidar que no se las claven, un buen estado de la piel y con eso es suficiente. Pero cuando empiezan a caminar debemos tener en cuenta que hay que dar a este pie muchísimo movimiento, muchísimo estímulo y no hacer nada que pueda perjudicarle. Así debemos prestar atención al pie del bebé desde que nace.

¿Se pueden prevenir patologías como el pie plano, valgo… antes de que comiencen a andar?
En principio no, aunque depende del pie plano, si es rígido o semirígido, o hay una patología más seria que requiera atención si se actúa antes, pero en principio lo que ayuda al pie plano infantil para empezar a desarrollar estructura con el puente, es el movimiento, el impacto con el suelo, el estímulo, la libertad del pie. Como vivimos encerrados en pisos con suelos lisos, uniformes y carentes de estímulos, siempre recomendamos que en casa, si no tenemos una zona ajardinada, pongamos un trozo de césped artificial, alfombras sensoriales, o cualquier cosa que ayude a los niños a tener más estímulo en el pie para que ejerza un efecto tonificante en la musculatura y así hacer que este pie plano valgo, que en principio es fisiológico, evolucione de forma favorable.

¿Por qué es tan importante el gateo para los bebés antes de comenzar la marcha?
El gateo es importante por muchísimos motivos a nivel de lateralidad y coordinación que los fisioterapeutas saben con exactitud. A nivel de podología nos interesa que un niño gatee porque los niños nacen con una fuerte rotación externa de cadera y el gateo les ayuda a cerrar esta rotación.

¿Cuál es la mejor manera de que los niños empiecen a andar?
La mejor forma de que un niño empiece a caminar es por sí solo, sin ningún tipo de ayuda externa: llámese taca-taca, llámese andador o llámese abuelo que coge de las manos al bebé.

Nunca se debe ayudar al niño, el niño podrá caminar cuando esté preparado.

Cuando utilizamos, por ejemplo, los caminadores, lo que hace el niño es desplazar su centro de gravedad hacia adelante, con lo cual se favorece que cuando camine empiece con una marcha de puntillas y lo que hace es retrasar la marcha al modificar el centro de gravedad. Los taca-tacas, además, aunque no hay evidencia, porque no se han hecho estudios, colocan las piernas en una posición anómala y antinatural y además verticalizan al bebé en una época en la que su cuerpo probablemente no está preparado para esta verticalización porque no camina. Además, los taca-tacas están prohibidos en muchos países por el alto índice de accidentes que acaban siendo graves, así que debemos descartarlos por completo.

¿Cuáles son las características de un pie infantil sano?
El pie de un niño sano tiene que ser gordito, plano y muy laxo. Suele ser gordito, porque hay mucha grasa plantar, especialmente cuando nacen, porque gran parte del esqueleto es cartilaginoso, y ejerce como protección. Esta grasa va desapareciendo conforme el niño va caminando y va creciendo. Suele ser plano, es decir, pierde toda su estructura cuando cae. Entonces, se ve plano y junto con la grasa, además, se ve más plano todavía. Y flexibles, son como un «blandy blue». Los niños son muy laxos y esta laxitud, a no ser que sea patológica, se va perdiendo conforme el niño va creciendo. Es uno de los mecanismos de formación del puente. Cuando los padres me dicen que «mi hijo de tres años tiene el pie plano», digo, ojo, «qué genial, qué bien. Porque si no lo tuviera, probablemente me preocuparía». Así que tiene que ser un pie gordete, plano y muy laxo.

¿Qué cuidados especiales necesitan los pies de los niños en verano? ¿Es conveniente que vayan descalzos, que usen chanclas, que usen escarpines para zonas húmedas de piscina, que vayan siempre con deportivas…?
En verano, yo diría que lo más importante es que el zapato de verano vaya sujeto en el pie. Con las chanclas, hay estudios que demuestran que las caídas son bastante más peligrosas y causan bastante más daño que con el pie recogido.

Para prevenir el contagio por hongos y verrugas plantares, hay que proteger los pies en piscinas y zonas públicas húmedas.

Estas patologías son muy frecuentes en verano, y luego en octubre nos encontramos muchos niños con verrugas plantares porque no se han protegido adecuadamente los pies en esas zonas húmedas, donde hay un gran paso de gente descalza. Hablamos de piscinas, duchas de las piscinas, las duchas de las playas públicas, los vestuarios de los gimnasios… son una fuente de contagio. Otra afección es la irritación de los dedos porque la piel de los niños está húmeda mucho rato y ellos van corriendo alrededor de las piscinas por fuera y es como que se abrasan la piel entre la humedad y estos suelos antideslizantes. Además, muchas veces en el interior de la piscina, los azulejos no están en buenas condiciones y son extremadamente cortantes con lo cual siempre va bien protegerle con escarpines, durante toda la jornada que esté este niño en la piscina.

¿Qué debo tener en cuenta al elegir zapatos para mi hijo en sus primeros años?
Lo primero a tener en cuenta es que el niño debe caminar con los zapatos como si no los llevara. Este zapato debe permitir el total movimiento del pie y debe respetar la forma anatómica de este pie. Cualquier cosa que se aleje de eso le va a afectar más o menos en el desarrollo de este pie y de la marcha.

¿Cómo asegurarnos de que los zapatos infantiles se ajustan correctamente?
Para que los zapatos se ajusten correctamente tenemos que sacar la plantilla del interior del zapato y poner el pie encima, eso es lo más fácil.

Cuando ponemos el pie del niño sobre la plantilla debe sobrar entre 0,8 y 1,2 centímetros.

1,2 centímetros a mí me parece excesivo. Así que yo diría entre 0,8 y 1 centímetro. Y el ancho debe ser el ancho del pie del niño. Cuando el zapato no lleva esta plantilla extraíble, lo que debemos hacer es dibujar el pie del niño en una cartulina y meter la cartulina dentro del zapato y comprobar que realmente son las medidas adecuadas.

¿Cuándo necesitan los niños zapatos especiales?
Bueno, hay estudios que dicen que el zapato no se debe ver como un agente corrector, es decir, poner un zapato para corregir, por ejemplo, un pie plano o valgo, no existe. Se utilizan zapatos especiales en algunas ocasiones, en patologías graves como problemas neurológicos en los que se requiere una contención importante de este pie. De otra manera, cuando se trata de patologías del pie, que se pueden tratar con plantillas, debemos utilizar el zapato que se adecue al niño. Hay niños que necesitan un poquito más de contención en la parte posterior y hay niños que no. Así que sería muy personalizable en cada caso, pero el concepto de zapato correctivo no debería existir y de hecho ya se está desterrando.

¿Por qué es tan importante permitir que los niños caminen descalzos?
Se sabe que caminar descalzo por terrenos irregulares tiene efectos tonificantes en un pie sano, incluso reparadores en un pie patológico porque al tocar el suelo, se produce un estímulo y se activa esta musculatura plantar. Por tanto, no hay lugar a dudas de que es buenísimo que los niños caminen descalzos, porque aparte se trabaja muchísimo el equilibrio y la propriocepció, que es la capacidad que tiene nuestro cerebro de saber la posición exacta de todas las partes de nuestro cuerpo en cada momento. Por eso, cuando ponemos zapatos siempre buscamos que éstos simulen al máximo que el niño/a camine descalzo para que este equilibrio y esta propriocepción se siga trabajando. Cuando se ponen suelas rígidas aíslan el pie del niño, le quitan todo el movimiento y entonces es como que le tapan toda la información para poder trabajar correctamente esta propriocepción.

¿Cómo puedo cuidar y cortar adecuadamente las uñas de mis hijos?

Las uñas del pie de los peques deben cortarse siempre rectas, las de las manos, no.

Las uñas de los pies deben ser rectas, ¿por qué? Porque el zapato siempre va a ejercer una compresión en este pie, aparte del calcetín, y existe un efecto biomecánico. Cuando nosotros cortamos estas uñas redondeadas, que son extremadamente débiles, con dificultades para crecer y encima el pie es, ya hemos dicho, gordete y los dedos con mucha carnecita, lo más probable es que se claven o tengan muchas posibilidades de clavarse. Entonces, tanto de bebés como de adultos, se debe cortar siempre la uña recta, dejando las esquinas. En esas esquinas se va a acumular muchísima suciedad, no hay que mirarla, se intenta quitar con un cepillito y punto. Y luego, los cantos se liman.

Por último, ¿cuándo es necesario llevar a los niños al podólogo y hacer revisiones rutinarias?
Lo ideal es llevar a los niños al podólogo a partir de los 3 años y medio porque es cuando se considera que se puede realizar un estudio biomecánico de la marcha y es cuando el niño empieza con el choque de talón. Esto no quiere decir que haya casos en los que tengan algún problema que a los 2 años ya requieran nuestra asistencia o nuestra revisión, pero suelen ser casos muy llamativos y los padres suelen darse cuenta. Pero la revisión del niño sano, en teoría, es a partir de tres años y medio o cuatro. Y luego se hacen de forma anual para comprobar que todo evoluciona correctamente. Y si vemos que algo nos chirría, pero queremos ver su evolución, pues cada 6 meses.

Marisol Nuevo Espín

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