Vivimos en una sociedad diversa en la que existen diversos tipos de familia. El modelo tradicional de familia en nuestro país solía estar compuesto por un matrimonio de padre y madre con sus hijos. Sin embargo, si buscamos el significado de la palabra familia en el diccionario, encontraremos que se refiere a un «grupo de personas, normalmente unidas por lazos legales, que conviven y tienen un proyecto de vida en común».
Por lo tanto, este concepto incluye muchos tipos de familias diferentes. Gracias a los avances sociales de las últimas décadas, la sociedad actual reconoce y valora la existencia de muchos modelos de familia igualmente válidos, como familias monoparentales, familias multiétnicas, familias homoparentales, familias separadas, familias con hijos de matrimonios anteriores y familias adoptivas.
Es importante tener en cuenta que para un niño que vive en una estructura familiar diferente a la tradicional, su familia es tan normal como cualquier otra. A pesar de esto, todavía hay prejuicios que pueden hacer que estos niños se sientan marginados en diferentes entornos si no se trabaja la diversidad e igualdad familiar.
Por este motivo, tanto el entorno educativo como el familiar deben trabajar juntos para educar a los más pequeños en el respeto absoluto y en la valoración de la diversidad. Es esencial que padres y docentes enseñen a los niños a respetar y conocer la diversidad de formas de vida en las familias.
7 claves para normalizar la diversidad familiar
Pero, ¿cómo podemos trabajar esto en el día a día de manera natural?
1. La empatía y la inteligencia emocional deben ser la base de cualquier sistema educativo. Es fundamental educar a los niños en la empatía y el respeto hacia los demás, incluyendo la diversidad en cualquier aspecto de la vida, desde los primeros años académicos.
2. Fomentar la educación basada en valores como la igualdad. Tanto en el colegio como en casa, es clave para formar niños tolerantes y solidarios socialmente. Es esencial enseñarles que todos somos iguales, independientemente de nuestra ideología, pensamiento o condición social.
3. Normalizar los diversos modelos de familia. Es un error hablar de la familia dando por hecho que solo existe la familia nuclear heterosexual. Los adultos debemos interiorizar el concepto de diversidad familiar y transmitírselo a los niños. Debemos hablarles de los distintos tipos de familias existentes, para que entiendan la realidad y puedan respetar todas las formas de familia.
4. Leer libros que hablen de distintos tipos de familia. Es importante que los niños tengan acceso a libros y películas infantiles que aborden la diversidad familiar. Además, debemos evitar hacer comentarios despectivos o discriminatorios hacia cualquier tipo de familia y utilizar un lenguaje inclusivo.
5. Apostar por películas infantiles donde aparezcan varios tipos de familias: Al igual que con los libros, también hay películas de animación, y cada vez más, donde se trabaja el respeto por la igualdad y donde podemos encontrar distintos tipos de familias, todas igual de válidas.
6. Utilizar un lenguaje inclusivo, evitando comentarios discriminatorios: Si queremos que nuestros hijos crezcan en una sociedad donde el respeto y los valores cobren protagonismo debemos evitar a toda costa hacer cualquier comentario despectivo o discriminatorio hacia cualquier tipo de familia. Sin duda, los adultos somos su mayor ejemplo y, por ello, tenemos la gran responsabilidad de transmitirles todo aquello que queremos que absorban y de evitar aquello que será negativo para su personalidad y su futuro.
7. Hablarles desde muy pequeños de los distintos tipos de familias que existen: Si no hablamos de algo, parece que no existe. Por eso, es muy importante que no solo evitemos hablar de un tipo de familia como familia universal, sino que podamos sentarnos con nuestros hijos y explicarles todos los tipos de familias que hay, que lo hagamos cada vez que se hable del entorno familiar. Además, es importante que, si en su entorno existe algún niño con una familia distinta a la suya, podamos hacer hincapié en ella para que entienda el ejemplo gracias a la cercanía del mismo. Además, estaremos ayudándole a respetar y a entender la familia de ese otro niño, sin ningún tipo de problema, y fomentando también el respeto hacia él.
En definitiva, es crucial fomentar el respeto, la tolerancia y la empatía en la educación de los niños, para que entiendan la situación y sentimientos de cualquier persona que les rodee y aprendan a valorar la diversidad como algo positivo.
Esmeralda Velasco, Orientadora del Colegio Europeo de Madrid
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