Ser amigos. Parece casi un factor que pasa desapercibido en la pareja, pero la amistad refuerza los lazos que nos unen, favorece la comunicación y consigue que el amor sea más duradero.
En la relación en pareja es vital cultivar la amistad mutua porque fortalece el amor y la unión entre ambos. También para lograr más conexión y empatía y disfrutar con la persona que más queremos. Los amigos van uno al lado del otro hablando de algo que comparten y esto es lo que sucede en la relación en pareja. La amistad y el afecto son uno de los dones más preciados de la vida que podemos aprovechar.
Ser amigos significa pensar en el otro, mostrar interés por sus cosas, ayudarle en lo que necesite y compartir algo juntos, como ilusiones y proyectos, gustos, pensamientos, motivaciones, pasiones, hobbies…
Se trata de apreciar y valorar al otro viendo sus fortalezas, cualidades y capacidades con admiración y agradecimiento. Porque, al quererle bien, descubrimos todo lo bueno y bello que encierra en su interior. Es un contemplar con agradecimiento que exista y, además, que exista de ese modo tan hermoso.
Solo los amigos, y en especial el ser querido, precisamente porque nos quieren, ven esas cualidades maravillosas que nos adornan. Mediante la amistad mutua, nos ayudamos a desarrollarlas, y las ponemos al servicio del otro, y del proyecto común, porque le queremos infinito.
El secreto del amor duradero: la amistad en la pareja
La amistad es el «plato fuerte» del amor en pareja: de un amor auténtico, incondicional. Es lo que le da estabilidad y fuerza, con sentimientos favorables o no… También nos ayuda superar las crisis del amor: nos da su «savia» para que no se debilite, y lo mantiene «fresco».
Asimismo, es en la amistad donde se enraíza un amor duradero. De esta forma, al otro se le quiere por quien es, con todas sus cualidades, aunque tenga limitaciones y defectos, como todos.
Porque es la amistad la que custodia el deseo y la pasión, permitiendo que el amor perdure a lo largo del tiempo a pesar de las vicisitudes y turbulencias del camino. Hace pervivir los sentimientos de cariño y ternura entre dos que se quieren. Por eso, «el pensamiento y el alma se van a aquel a quien se ama», al amigo fiel. Es un vivir por y para el otro, que se traduce en compenetración de pensamiento y de corazones.
Los ingredientes del amor en pareja
El amor en pareja está compuesto de varios ‘ingredientes’. Amor de necesidad, más primario; amor de amistad, y amor como regalo esencial… Son «los amores» que apunta C. S. Lewis. Y todas esas formas del amor ayudan a construir y fortalecer dicho amor.
El pensar antes en el ser querido, el tenerle en cuenta, siempre ayuda a robustecer, avivar y rejuvenecer el cariño mutuo. Y permite que se sienta entrañablemente valorado y querido, y que logre lo mejor de sus cualidades y posibilidades. Para ello nos ponemos a su disposición para entregarle todo lo bueno que poseemos, movidos por ese amor. De ahí la importancia de la comunicación en pareja, sin la cual la amistad y el cariño no pueden sobrevivir.
Además, al compartir las alegrías parece que estas aumentan y se expanden, y se sintoniza mejor con el otro. En cambio, las tristezas y pesares disminuyen. Pues el amor es lo único que crece cuando se reparte.
Mª José Calvo. Médico de Familia. Optimistas Educando y Amando
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