El deporte ofrece muchas posibilidades a los más pequeños. Tal y como revelan los profesionales del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, la actividad física se trata de un campo privilegiado de experimentación y descubrimiento para los niños, adolescentes y jóvenes. En especial si se tiene en cuenta que a estas edades se produce una etapa de socialización en donde se va configurando la propia personalidad.
Eso sí, el deporte por si mismo no transmite valores, sino que depende del clima que ofrezcan entes como la familia, presentes en el desarrollo de los más pequeños. Hay que aprovechar su carácter lúdico y las vivencias que pueden ofrecer a los más pequeños para poder aprovechar muchos de sus beneficios, transmitiendo un buen estilo de vida y una interesante filosofía.
¿Cómo aprovechar el carácter lúdico del juego?
El cariz lúdico del deporte lo convierte en una actividad muy atractiva y motivadora para la mayoría de niños. Si esto se añade a la creación de un clima relajado y agradable, es lo que les puede llevar a actitudes de esfuerzo, autoestima, superación personal, sacrificio, perseverancia, colaboración, asertividad, etc. y a una mayor predisposición al aprendizaje.
El hecho de que los niños experimenten realmente las situaciones de éxito o fracaso, compartan equipo con otros compañeros de su edad, con quién quizás no se relacionaban nunca, tengan unas normas que es necesario cumplir si se pretende que el juego se desarrolle adecuadamente, o representen una escena teatral ante el resto de la clase, etc. permite que estos aprendizajes sean mucho más próximos a su realidad.
Al fin y al cabo, se tratan de situaciones en que se involucran sus emociones, se encuentran frente a conflictos personales o sociales que le afectan realmente, de modo que los aprendizajes, la resolución de dilemas, etc. pueden ser mucho más significativos. A través de la actividad física, se crea un contexto difícilmente asequible en otras actividades, pero dependerá de cómo se manejen estas situaciones que él o ella adquiera unas determinadas actitudes o unas otras: aceptación de los errores o frustración; respeto al resto del grupo o búsqueda del éxito personal y menosprecio a los demás; cumplimiento de las normas o utilización del engaño para burlar el reglamento; desinhibición y expresividad o vergüenza y retraimiento, etc.
Las interacciones sociales del deporte y sus beneficios
En el deporte, a pesar de que en muchas de sus modalidades se produzca una mayor individualización de la práctica de actividades físicas dan lugar a situaciones de interacción con otras personas que nos permiten el desarrollo de diversas habilidades sociales muy útiles para la vida en sociedad. La gran presencia de estos contextos, en donde hay contacto físico, e interacción directa con compañeros permite el conocimiento mutuo, la creación de lazos de amistad y el establecimiento de relaciones personales.
Estas relaciones personales se deben, en gran parte, al potencial de cooperación que conlleva el deporte. El hecho de que diversas personas tengan el mismo objetivo facilita actitudes de colaboración y diálogo, ya que se comparte el mismo propósito, es necesario acordar la mejor forma de abordarlo, y la aportación de cada miembro del grupo puede ser valiosa para la consecución de la meta.
Damián Montero
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