Todo hogar se rige por una jerarquía. Los padres se colocan en el escalón más alta de la misma y se erigen como figura de autoridad frente a los hijos. Sin embargo, es posible que, llegado el momento, se empiece a cuestionar estos rangos, así como a perder el respeto que los progenitores debieran tener frente a sus niños. Saber como manejar estos momentos es imprescindible para garantizar el funcionamiento de todo hogar.
Si bien es cierto que es necesario mantener un clima de diálogo, en donde la opinión de los hijos se tenga en cuenta, también lo es que los padres deben mantener la figura de autoridad que le corresponde a su rol en el hogar. Una misión para la que Katia Aranzabal Barrutia, psicóloga infantil y juvenil, da una serie de pautas con las que enfrentar los desafíos que cuestionan la jerarquía en la familia.
Límites y autoridad en casa
En toda familia se hace necesario que los padres tengan una autoridad que les permita poner límites con los que educar a los hijos, de forma que se vaya desarrollando una propia autonomía con la que gestionar su día a día. De esta manera, los pequeños tendrán una guía con la que saber moverse y sentar las bases del adulto que serán el día de mañana, comprometiéndose con unos valores y aceptando la responsabilidad de sus actos.
En un hogar no debe haber autoritarismo, sino un equilibrio en el que los padres también deben dar ejemplo del comportamiento que se espera. Los hijos pondrán pruebas constantemente, midiendo la autoridad de los progenitores e intentando conseguir todo aquello que se proponen. Es en estos momentos en el que hay que hacer valer las reglas.
Todo ello con el fin de que los niños entiendan las razones de dichos límites, que entiendan la finalidad de los mismos y el valor que les aportarán. No ser firmes en estas normas significará arriesgarse a perder esta autoridad, haciendo que los más pequeños aprendan sin una guía de valores que les permita saber los riesgos y cuál es el mejor comportamiento que deben asumir.
Cómo demostrar autoridad frente a los niños
Ya se ha visto la importancia de la autoridad en la crianza de los niños. Ahora es el momento de empezar a saber cómo aplicarla. Estos son algunos consejos para ello:
– Límites claros desde pequeños. Hay que permitir que los niños sientan frustración, que aprendan a tolerar que el mundo no gira alrededor, enseñarles a respetar a los demás, a esforzarse para conseguir las cosas y a ser responsable.
– Ni autoritarismos ni sumisión, simplemente ser firme en las decisiones.
– Rutina y más rutina. Con horarios y obligaciones.
– Diferenciar entre exigencias y caprichos, y verdaderas necesidades.
– No a las amenazas ni a los gritos. Los padres son la autoridad, no deben perder los nervios frente a sus hijos.
– Al establecer los límites hay que buscar acuerdos, tratos, que ellos participen y comprendan nuestras razones que haya diálogo.
– Estar presente físicamente. Toda buena convivencia empieza por la cercanía de los padres, creando rutinas en las que estés en casa disponible.
– Ayudarles y acompañarles. Autoridad con cariño y constancia, esa es la clave.
Damián Montero
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