Las rutinas pueden ser tediosas y aburridas, pero son necesarias ya que ayudan a que los hijos puedan organizarse y a controlar sus horarios. Levantarse, desayunar, vestirse, ir al colegio, almorzar, reposar, deberes, etc. Es solo un ejemplo de lo que puede esperar a los más pequeños y que puede terminar en discusiones ya que estos prefieren una jornada más «flexiva»
Desde el equipo de Psicología Infantil Zaragoza se indican que una de las mejores fórmulas para evitar estos problemas es hacer que los hijos participen en la creación de una tabla de rutinas. Una idea con la que pueden ser miembros activos de la organización de su tiempo y, que de antemano, sepan qué deben hacer en todo momento y ganar en autonomía.
¿Cómo hacer una tabla de rutinas?
El primer paso para crear una tabla de rutinas es el respeto a las necesidades y a las obligaciones. Es decir, no solo deben aparecer las tareas que hay que cumplir, sino también los momentos para jugar, divertirse y desconectar. Estos son los siguientes puntos que hay que tener en cuenta:
– Hacer la tabla juntos. Es fundamental que el niño participe en la creación de la tabla de rutinas para que se sienta parte de ello y se implique a la hora de cumplirlas.
– Se le explicará al niño el sentido de la creación de la tabla de rutinas: saber en cada momento qué hay que hacer y que el fin último es asegurarles plena autonomía en su día a día.
– Una vez que el niño está de acuerdo, se realiza una lista de cosas que hay que hacer una desde el momento en el que se levanta y, teniendo en cuenta, que pueden existir variaciones dependiendo del día y de las necesidades.
– Es importante pedirle al niño que ordene las rutinas por orden de importancia o lo que se debe hacer primero antes de poder cumplir las siguientes tareas.
– Plantear la posibilidad de hacer dibujos o pintar esta tabla de rutinas para que pueda ser asimilado de forma más «amigable» y no como
– Una vez se haya hecho esta tabla de rutinas, habrá que escoger juntos el lugar donde la vais a colocar para que todos la tengan a la vista.
– Una vez se empiecen a seguir las instrucciones de la tabla de rutinas, en vez de ordenar o sermonear, preguntar «¿Qué sigue ahora en la tabla de rutinas?».
Damián Montero
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